“La poesía contribuye a la unión de la humanidad, ya que fue el lenguaje lo que nos hizo humanos. La poesía y el canto fueron los primeros sonidos del hombre, sus primeras palabras” enfatizó el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, en una breve entrevista que concedió a La Jornada de Oriente, durante un receso de las quintas Jornadas Internacionales de Poesía Latinoamericana que se llevan a cabo en el teatro Espacio 1900.
Vestido con una chaqueta roja a cuadros, un pantalón holgado de mezclilla, sandalias y una inseparable boina negra que deja entrever su pelo cano, “como guerrillero”, Ernesto Cardenal está en la ciudad para ser homenajeado en las jornadas de poesía que coordinan el poblano Manuel Reigadas y el profesor de la Universidad de Tennesse, Óscar River–Rodas.
En el segundo día de encuentro en el que participarán académicos e investigadores de varias universidades nacionales como las autónomas Nacional de México, de Puebla, de Tlaxcala y del estado de México, además de otras internacionales como las de Texas y Nueva York, el poeta asistió de manera puntual a la serie de conferencias que giran en torno a su obra y a la de otros escritores contemporáneos.
Situado en el centro del teatro Espacio 1900, el autor del poema de largo aliento, Canto cósmico, atendió a este medio mientras otro grupo de ponentes se acomodaba en su lugar.
–¿Cómo es actualmente la poesía de Cardenal, sigue siendo mística y profunda? –se le preguntó.
–Es lo mismo de siempre –respondió haciendo ademanes en el aire, concentrado y respirando profundo–, pero ahora, en particular, estoy empeñado en escribir “poesía científica”, que no es otra cosa sino que abordar algunos temas de la ciencia. Mi último poema, por ejemplo, se llama El origen de las especies, refiriéndome por su puesto al libro de Carlos Darwin.
Y, luego de una pausa, continuó: “me inspiró mucho en toda la vida que hay en el planeta, estoy maravillado en el movimiento vital que hay en un célula, y de como, hasta la última evolución, permanece constante”.
–¿Cómo pasar entonces, de una poesía mística y cercana a dios, a una escritura que tenga que ver con la ciencia, si parecieran ser dos caminos irreconciliables? –se le cuestionó nuevamente.
–Es claro: la ciencia me lleva a dios, pues el universo nos revela y nos descubre el poder y la sabiduría de la vida de la creación. Entonces él, es el final y la meta, la solución de la poesía y la escritura.
Y sobre la poesía como una forma de comunicación entre los hombres, el poeta refirió que “la escritura participa de este mundo, el cual apostó por la globalización”. Por ello opinó, la humanidad está más unida y utiliza las nuevas redes sociales que cada vez más, estrechan las fronteras.
“En un principio la forma de comunicación, era la poesía y el canto”, afirmó Cardenal, mientras se apoyaba en la mesa y uno que otro flash de las cámaras fotográficas alumbraba el rostro del poeta que en 2010, cumplió 85 años de edad.
Sobre ese canto, refirió que hubo cantos de amor y de cuna, unas voces que eran dulces y que hablaban sobre todas las cosas, incluso lo místico y ahora, en su caso, lo científico.
“Hay un estadounidense que refiere que de la ciencia, sólo se puede hablar en una conferencia. Yo, al contrario, digo que en ella hay música. Bastaría con leer mi Canto cósmico, un poema de 600 páginas que abordó asuntos científicos y los convirtió en poesía”, expresó mientras se iba levantando de su silla, pero antes accedió a una última pregunta”, a lo que este medio accedió.
–¿Cómo es la situación actual de su querida Nicaragua?
–Luego de haber vivido una revolución bellísima (el movimiento sandinista), ahora hay todo lo contrario –expresó contrariado– y salió del lugar, acomodándose su boina y apoyándose en uno de sus acompañantes.
