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Martes, 6 de julio de 2010
La Jornada de Oriente - Puebla - Cultura
 
 

A nueve años, sigue sonando el fonógrafo del Gringo Viejo por Radio UAP

 

Desde hace nueve años, el Gringo Viejo se deja escuchar por cuatro minutos, que es el tiempo que dura su cápsula radiofónica. En ella, además de reproducir alguna melodía, da una pequeña explicación de lo que el público escuchará   n  Foto Abraham Paredes
PAULA CARRIZOSA

La música de las primeras décadas del siglo XX, que va de 1905 a 1950, puede escucharse con el Gringo Viejo. El personaje, que transmite desde la emisora universitaria de Radio UAP, no es un ser ficticio, sino real: se trata de Scott Hadley, un estadounidense radicado en Puebla que desde sus 12 años colecciona discos de 72 revoluciones que hace sonar en su “fonógrafo, con mucha cuerda”.

Desde hace nueve años, y programado en dos horarios diferentes, el Gringo Viejo se deja escuchar por unos cuatro minutos, que es el tiempo que dura su cápsula radiofónica. En ella, además de reproducir alguna melodía, da una pequeña explicación de lo que el público escuchará.

Canciones de Guty Cárdenas, el compositor por excelencia de la trova yucateca, o las melodías Agustín Lara interpretadas por voces como la de Pedro Vargas, forman parte del repertorio de el Gringo Viejo, que además se han vuelto sus favoritas.

Lo que empezó como un gusto personal, un hobbie, como dirían los estadounidenses, se convirtió en un motivo de investigación que se reforzó luego de que Hadley, de manos de uno de sus tíos, recibiera su primer fonógrafo, al cual sigue dando cuerda.

La inquietud del coleccionista no paró hasta sus 18 años, cuando de Conneticut, su ciudad natal, se trasladó a Arizona para estudiar su carrera profesional. Pasaron los años, y ya en México, renació el gusto por la música de esos tiempos y, sobre todo, por el ansía de conseguir más material.

En 1999 conoció a Diego Rosas, un ingeniero que trabajaba en la recién inaugurada estación universitaria, quien luego de conocer su particular colección –que Scott se encargaba de presumir durante sus fiestas personales–, le invitó a realizar algún proyecto que difundiera su música.

Fue así como en octubre del año 2001, “nació” el Gringo Viejo, “con mucha cuerda”, una serie de cápsulas radiofónicas –ahora más de 400– que dan cuenta de la música de las primeras décadas del siglo XX.

Pero no todo lo que se incluye en las emisiones forma parte del acervo personal de Hadley. Un buen número de la música ha sido donada por parte del público, quie se comunica con el Gringo Viejo por medio de un número telefónico que él anuncia casi al término de la transmisión.

Luego, él se reúne y la gente descubre al hombre que está detrás del micrófono, y al cual, “le sale más el tono gringo que cuando habla en el quehacer cotidiano”, como expresó Hadley.

El único requisito para recibir los discos, continuó, es que éstos sean de 72 revoluciones; es decir, discos que sólo tienen un par de canciones –es decir, una por cada lado–, y que usualmente llevan la firma de casas productoras estadounidenses como Pearless, Victor RCA y Columbia records, pues en esos años no había editoras mexicanas.

Antes, en los primeros años en que se grababan las cápsulas, el Gringo Viejo cargaba su pesado fonógrafo que va contenido en una maleta de piel, y se paseaba con él por las calles del zócalo, del edificio Carolino y de la 3 Oriente, donde estaba ubicada la cabina de Radio UAP.

Ahora, gracias a la tecnología, el Gringo Viejo ya no se pasea más. Desde su casa, graba directamente, desde su fonógrafo a su laptop, las cápsulas que se programarán en los próximos días.

–¿Hay algún proyecto de que las cápsulas se conviertan en algún programa de mayor duración, en el que el Gringo Viejo, cuente un poco más sobre la música y su fonógrafo? –le preguntó este medio.

–No creo, pues aunque me han invitado los directivos de Radio UAP, me faltan las bases para hacer un buen programa, me faltan muchas tablas y hasta me apanica un poco el micrófono –señaló, sonriendo.

Por ello, a casi 10 años de la primera emisión del “Gringo Viejo, con mucha cuerda”, la música de Guty Cárdenas, de Toña “la Negra”, de Lara, del cubano Pérez Prado, de Manuel de Malpica, un tenor poblano, algunos duetos de artistas cómicos que formaban parte de las carpas en donde se formó Cantinflas, de Jorge Negrete cantando la revolucionaria Valentina, de Lucha Reyes, de las Hermanas Marín, del folklore español, ruso y argentino, del jazz estadounidense, de las big bands y hasta de Ernesto Gil Olvera, con su “órgano parlante”, sonará a las 7 y a las 12 horas, todos los días, hasta que la cuerda del fonógrafo y del Gringo Viejo se acaben.

 
 
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