El dirigente estatal de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Leobardo Soto Martínez, denunció que despachos de recuperación de cartera vencida están intentando cobrar créditos hipotecarios a familiares de trabajadores que ya fallecieron, cuando se supone que dichos préstamos ya tendrían que estar cancelados.
Estos abusos, denunciados por el dirigente cetemista, son resultado de que el Infonavit ha dejado de ser un organismo que cumpla con la función social de otorgar viviendas decorosas y dignas a la clase trabajadora, y ahora solamente funge como una especie de intermediario entre empleados y empresas constructoras.
Anteriormente el Infonavit cumplía con la función de otorgar créditos con baja tasa de interés a trabajadores para que adquirieran viviendas, pero además se encargaba de la planeación y ejecución de desarrollos inmobiliarios, en los cuales se buscaba que se cumpliera con condiciones de bienestar social, como era que las casas tuvieran extensiones adecuadas, áreas verdes, servicios públicos y zonas de recreo.
Todo lo anterior se ha perdido.
Ahora son empresas privadas las que determinan el modelo de vivienda para los trabajadores, y muchas veces las casas que ofrecen carecen de los servicios elementales, tienen problemas estructurales y hasta están en zona de riesgo.
Lo que ha pasado en el Infonavit es una muestra clara de los daños que provoca el actual modelo neoliberal, que ve a los trabajadores solamente como potenciales clientes de empresas privadas, pero que no hace nada para mejorar sus condiciones de vida.
