Mientras la comunidad china en Puebla festejó, este fin de semana, en comercios, restaurantes y centros culturales la entrada del año nuevo chino, que comenzó ayer 14 de febrero, dando por terminado el año del buey y comenzando el año del tigre. En los barrios más antiguos de la Angelópolis: Xonaca, El Alto y Analco, los huehues salieron a danzar a las calles para revivir el carnaval, una de las fiestas paganas más populares entre los poblanos.
Sin duda, la capital poblana se ha vuelto una de las ciudades más cosmopolitas de México, al albergar a las diferentes comunidades culturales del mundo, como la libanesa, la alemana, la italiana, la española, y, por su puesto, la china.
Esta vez, los chinos radicados en la ciudad no celebraron la llegada de 2010, sino el comienzo de 4708, pues su calendario empezó a contabilizarse mucho antes de la llegada de Jesucristo.
Y aunque en la ciudad de México el año nuevo inició con un desfile de carros alegóricos sobre Paseo de la Reforma, desde el Ángel de la Independencia hasta la Explanada del Monumento a la Madre , en Puebla todavía se está sentando las bases de la organización de la comunidad, pues se desconoce aún el número de chinos establecidos en la Angelópolis, explicó Ischel Cuellar, directora de la Fundación Cultura China.
“La relación comercial entre China y México ha crecido de manera acelerada, pero lo más relevante es el fortalecimiento de los intercambios culturales”, aseguró, al tiempo que consideró que la comunidad china que habita en México, más de la mitad reside en la capital del país, “con su cultura, costumbres y tradiciones, que enriquecen día con día la vida de los mexicanos”.
“China no sólo es una de las civilizaciones milenarias, que a través de los siglos ha contribuido al desarrollo de la humanidad con sus aportaciones científicas y culturales. También con el paso del tiempo ha encontrado similitudes en el desarrollo de nuestras civilizaciones en América Latina y en particular en México”, abundó.
Según la tradición, el tigre abre un ciclo positivo para los negocios y además mejora la salud y el bienestar familiar. Es conocido también como el Festival del año nuevo lunar, debido a que está basado en el calendario lunar en vez del gregoriano, por lo que es una de las celebraciones más significativas para el pueblo chino.
En Puebla existe la Fundación Cultural China de Kung Fu A. C. (privada 23A Poniente 506, El Carmen), resultado del trabajo de 30 años continuos, que se consolida a través de fusión de la Escuela de Arte Marcial Chino Kung Fu, que además imparte Wushu, Taichi chuan y Chi kung, y cuenta con el Centro de Salud Ikal, donde también se ofrecen cursos para aprender a bailar la célebre danza de los leones, que espanta al monstruo de los malos espíritus y alegra el año nuevo, con la ejecución de instrumentos tradicionales.
“Adiós a la carne”
En tanto, en este mismo universo local se conjuga el carnaval de los primeros barrios poblanos, para decir “adiós a la carne”. Varias cuadrillas algunas bienes organizados y otras que salieron al paso abarrotaron las inmediaciones de Xonaca, El Alto y Analco, sobre todo en el perímetro donde se instala el tianguis artesanal, para bailar hasta que el cuerpo aguante.
Emocionado, el público, de lo más variopinto, revoloteó alrededor de los danzantes que arman la fiesta en grande, haciendo bromas, bebiendo, bailando con las jovencitas y haciendo mofa de la gente. Las caretas con rasgos españoles, los vistos trajes y las plumas que adornan el sombrero del huehue (anciano) es lo que más llama la atención.
Muchos se preguntan: ¿cuánto costará portar un traje de estos?, y la respuesta es infinita. Todo dependerá de lo que el danzante quiera invertir, desde hilos de oro para bordar su capa hasta adornos de la fayuca, por 5 pesos.
Son días de diversión. Luego vendrá la solemnidad de la cuaresma. Mientras, la música, el baile y la bebida se apodera de los que viven el carnaval, seguidos por los vecinos que se sienten atraídos por los personajes de los huehues, las maringuillas, las mujeres malas –que en realidad son hombres–, el diablo y nuevos atuendos surgidos con la modernidad, como los luchadores, los hombres lobos, los payasos y las brujas.
Al igual que en estos barrios, esta festividad se extiende a las juntas auxiliares de San Felipe Hueyotlipan y La Libertad, donde también ayer domingo salieron a bailar, para regocijo de los mirones, quienes danzaron temas cruciales, como “La Muñeca”, “La Estrella” y “La Marcha”, entre otras piezas de carnaval.
Para los que no pudieron admirar o sumarse a esta tradicional fiesta, hoy lunes y mañana martes, al mediodía, seguirá la celebración, además del próximo domingo 21 de febrero, el día del “remate”.
