A pesar de que en México está prohibida la venta de cigarros electrónicos, y que la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha alertado que dichos cigarrillos producen cáncer, en la ciudad de Puebla se comercializan en tiendas y restaurantes, y las autoridades sanitarias del estado no han intervenido para controlar su distribución y exhibición.
En abril de este año, este diario publicó información sobre la venta de estos cigarros en el establecimiento “Cigatronik”, ubicado en la 25 Oriente 216–D, en la colonia El Carmen. Dos semanas después de que se reveló la operación de este lugar, la empresa desapareció y en su lugar se estableció un negocio de publicidad.
No obstante, a pesar de que el establecimiento donde se promovía el consumo de dicho producto cerró, la venta de cigarros electrónicos continúa en la ciudad.
Ahora la empresa Cigatronik cambió su nombre a Cigarros Verdes y comercializa el producto en las tiendas Choice, Psycodelia y el restaurant bar “Salvaje Oeste”. Además, en Bioindustrias Angelópolis.
El cigarro electrónico es un tubo de metal que contiene agua, glicol de propileno, un compuesto que se usa en colorantes artificiales para comida, saborizantes y conservadores. Trae cartuchos recargables que contienen nicotina y otras sustancias con sabor a chocolate, cereza, menta y chicle. Emite vapor el cual aparenta ser humo, y los usuarios lo aspiran pero no lo encienden.
La Ley General para el Control del Tabaco en el artículo 16, fracción VI, que entró en vigor el 28 de agosto de 2008 en todo el país, prohíbe la venta de este artefacto, ya que la Agencia de Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dio a conocer que en los estudios que le hicieron a este producto encontraron que tiene cancerígenos.
En el sitio de internet de esta empresa, www.cigarroverde.com se anuncia que dicho producto “reduce riesgos en la salud; no afecta al medio ambiente; no deja olores, es más barato que consumir cigarros tradicionales y es permitido socialmente”.
Asegura que los ingredientes que utiliza la empresa para la producción de dichos productos son “seguros e inofensivos”, ya no contienen ningún componente cancerígeno.
No obstante, los expertos argumentan que el tabaco electrónico se presenta como saludable, pero las dosis de nicotina que genera son “tan adictivas” como las del cigarro normal.
