“Los cambios provocados por la migración hacia las grandes ciudades, desarrollos turísticos y el extranjero, principalmente a Estados Unidos, ha dejado como consecuencia que aspectos primordiales de las danzas rituales y festivas de las comunidades, que forman parte del acervo cultural de nuestros pueblos indígenas, se vaya quedando en el olvido y cayendo en desuso”, expuso a La Jornada de Oriente el profesor Francisco Rosales Enríquez, integrante del Comité Nacional del Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana (IIDDM), asociación civil dedicada a la indagación, enseñanza y proyección escénica de los bailes folklóricos mexicanos.
“Testigos de este proceso de sufrimiento son las organizadores y mayordomos de las fiestas tradicionales y, por ende, los ejecutantes de estas danzas, que han quedado solos en sus comunidades”.
–¿Han perdido su esencia las danzas indígenas mexicanas, en estos tiempos de globalización?
–Es un proceso normal. Tanto la música como la danza han evolucionado de acuerdo con nuestros tiempos, aunque no sabemos si para bien o para mal, pero van sufriendo una transformación continua en las últimas décadas.
“Los indígenas de los estados con mayor migración a la Unión Americana, como es el caso de Puebla, Michoacán y Zacatecas, regresan del otro lado bailan de otra manera, van fusionando bailes del norte del país, como el “paso duranguense”, que también tiene su raíz en la polka, en la redoba, y a nosotros como institución preservadora sólo nos resta conservar su esencia.
En ese tenor, aclaró que “el modernismo no pierde la raíz, sólo la evoluciona, pues en este mundo cambiante no podemos mantenernos al margen. Y eso a la vez nos quiere decir que nuestras tradiciones no están muertas, mientras exista un santo patronal a quien rendirle culto”.
Un ejemplo tangible de ello es Puebla, con una gran diversidad de festividades religiosas ligadas irrefutablemente a la danza, que también se vuelca en los carnavales, como sucede en los barrios de La luz, El Alto y Analco.
En rueda de prensa, los profesores Francisco Hernández Flores, Rita Camarillo Solís y Juan Manuel Castellanos dieron a conocer que, del 11 al 18 de julio, Puebla será sede del 38 Congreso Nacional de Maestros de Danza “Profr. Manuel Alarcón Peña”. Año con año, desde 1972, el instituto ha organizado actos nacionales en distintas entidades de la república para reunir a los más de mil 200 socios –antropólogos, sociólogos, etnólogos, instructores y especialistas– inscritos a este organismo.
Durante una semana, ofrecerán tanto al público en general, como a los miembros de la asociación, desde cursos de actualización de la danza, “pues va evolucionando con el tiempo, sobre todo en esta era de la globalización”, hasta conferencias, mesas redondas, fandangos, y la participación de músicos y danzantes originarios de los diferentes grupos étnicos de México.
Uno de los objetivos del congreso, que se llevará a cabo en la ciudad de Puebla y en tres subsedes: San Pedro Cholula, Tehuacán y Tepeaca, “es congregar a especialistas en danza para que expongan sus proyectos y experiencias, que nos permitan enriquecer el trabajo que se desarrolla en el campo de la investigación dancística y la música tradicional”.
Entre los ejes temáticos a discutir está la situación actual de la organización de las celebraciones religiosas y festivas de los grupos indígenas mexicanos; las causas que están provocando el debilitamiento u olvido de la práctica de las expresiones culturales; y el trabajo que están desarrollando las instancias oficiales y no gubernamentales para salvaguardar estas expresiones, parte fundamental del patrimonio inmaterial de los pueblos indígenas, entre otros.
Del programa destaca la realización de la mesa “Por la divulgación de la danza mexicana”, a realizarse el lunes 13 a las 17 horas en San Pedro Museo de Arte, en la que participarán especialistas en el tema. Y un día antes, el domingo 12 de julio a las 11:30 horas, en el Parque Soria de San Pedro Cholula –junto a la pirámide–, se presentará el repertorio dancístico de los participantes en el congreso.
Puebla estará participando con Moras de San Pedro Benito Juárez, sones y jarabes, Negritos de Chacal y de Zapotitlán de Méndez, Contradanzas de Tepatlaxco, Migueles de Tzinacapan, Jarabe de Colexero, Calabazas y convite de Atlixco, y algunos huapangos de Pantepec. En la parte de los talleres ofrecerá “Cultivemos el náhuatl”, “Elaboración del sombrero de negritos”, “Elaboración de faja en telar de cintura” y “Bordados de blusas para sones”.
Rendirán homenaje a dos músicos indígenas poblanos
Una de las actividades centrales será el homenaje que rendirá a dos músicos indígenas poblanos: el profesor Marcial Morales, originario de Tepatlaxco, y compositor de valses, marchas, como la cuadrilla de Contradanza, y al señor Heriberto Ruiz Vázquez, don Beto, de Zapotitlán de Méndez, creador de huapangos y de una de las melodías de la danza de los negritos, por sus 50 años de trayectoria.
También otorgarán la presea “Marcelo Torreblanca” a la maestra Isabel Galicia López, coordinadora de Danza de la UAP.
