Azumbilla, Nicolá s Bravo. Los días santos que marcan la liturgia en la Iglesia Católica derivaron en conflicto en esta comunidad luego de que el sacerdote, Bernardino Macías Vera, se negó a que los jóvenes efectuaran la representación de semana santa en vivo, problema en el cual tuvo que intervenir el obispo diocesano Rodrigo Aguilar Martínez, quien al final sostuvo que todo fue un mal entendido.
Pobladores de esta comunidad se manifestaron ayer ante la parroquia para expresar su inconformidad contra el sacerdote Bernardino Macías Vera, quien recientemente fue asignado a esta población; lo acusaron de negarse a que el grupo de jóvenes realizara la representación de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, una actividad que desde hace 13 años tiene lugar en Azumbilla.
A decir de los inconformes, el sacerdote permitió que los jóvenes, que hacen un grupo de 90 personas, ensayaran diariamente sus diálogos y actuación y hasta que colocaran su escenografía en distintos puntos de la comunidad, pero la noche del miércoles les notificó que no habría ninguna representación y los obligó a quitar todo lo que ya habían preparado.
Tal actitud encontró un rechazo por parte de los padres de familia y demás pobladores quienes se concentraron en la parroquia para exigir el cambio de Bernardino Macías, quien durante más de dos horas permaneció en el interior de la sacristía negándose a dialogar son sus feligreses.
Finalmente, accedió a trasladarse, junto con una comisión de la población, a la curia diocesana, en Tehuacán, para dialogar con el obispo, Rodrigo Aguilar Martínez, ante quien expuso su versión.
Cabe destacar que el vocero de la diócesis de Tehuacán, José Santos, al ser cuestionado por los reporteros sobre si en el diálogo estaría el obispo sostuvo que Aguilar Martínez no se encontraba en la diócesis porque salió a atender otros asuntos al estado de Chiapas, lo cual fue una falsedad ya que el jerarca católico en ésta región llegó minutos después para intervenir en el conflicto.
El concluir el diálogo el obispo informó que todo fue producto de un mal entendido porque el sacerdote únicamente hizo modificaciones a los diálogos de la representación, pero en ningún momento hubo negativa para que se realizara la actividad de semana santa en vivo.
