Representantes comunales de al menos cinco comunidades de la región del Izta–Popo crearon este domingo el Comité de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua y manifestaron su rotundo rechazo a la construcción de la autopista Atlixco–aeropuerto, mejor conocida como arco poniente de la ciudad de Puebla.
Reunidos en una asamblea vecinal ayer en la plaza de San Lucas Atzala, hombres, mujeres y jóvenes de Zacatepec, San Andrés Calpan, San Jerónimo Tecuanipan, San Lucas Nextetelco y San Francisco Coapa, apoyados por otros de Coronango y Tlaxcalancingo, exclamaron al gobierno del estado un “¡ya basta!” con la realización de proyectos sin tomarlos en cuenta.
La primera acción que se determinó realizar fue la de crear una red de información que recorra todos los pueblos hasta Atlixco, para que la población esté enterada del proyecto y, si así lo decide, se una a este movimiento.
La segunda acción inmediata es realizar una asamblea y una manifestación masivas en contra de la autopista, en una fecha por definir pero que se planteó será después del 10 de abril próximo.
“!No queremos carretera, queremos comer!”, “¡Queremos apoyos reales para el campo!”, fueron algunas de las consignas que lanzaron desde Atzala, comunidad asentada en las faltas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
En la reunión, los participantes manifestaron que este proyecto carretero no es nuevo pues se viene planeado desde hace cuatro años, cuando ingenieros topógrafos del estado levantaron planos y cartas de los predios por donde ahora se pretende construir la vialidad.
Manifestaron que ya llegaron las primeras ofertas de compra de terrenos: hace menos de 20 días, unos ingenieros acompañados por “licenciados” de la Secretaría de Gobernación estatal recorrieron parcelas de esas comunidades y ofrecieron a sus dueños entre 8 y 10 pesos el metro cuadrado.
La táctica de los empleados gubernamentales es decirles a los propietarios que no tienen más remedio, pues en los demás pueblos los campesinos ya aceptaron vender la tierra.
“¿Nos quieren dar 10 pesos por metro cuadrado de tierra fértil? ¡Está mas cara una Coca–Cola! ¡Pero si hasta una caguama cuesta 17 pesos! Nadie tiene derecho sobre nuestras tierras, es nuestro único patrimonio, y lo vamos a defender”, exclamó una mujer.
En San Francisco Coapa, el ofrecimiento fue de entregarles inmediatamente las nuevas escrituras de su propiedad –ya sin la extensión de tierra que se ocupará en la vialidad– y registradas ante notario público.
La mayor preocupación de los cientos de habitantes de esas comunidades es que la autopista vendrá acompañada de proyectos inmobiliarios, comerciales e industriales, y con ellos también llegarán a la zona la falta de agua, especulación con la tierra, contaminación, inseguridad y miles de nuevos habitantes que demandarán servicios urbanos.
Dijeron que existe un grupo de hombres que se está dedicando a la compra de terrenos aledaños a lo que creen será el trazo de la nueva autopista, posiblemente para construir ahí nuevos fraccionamientos residenciales.
“Compañeros: no perdamos de vista que es una autopista, cobrarán el peaje y quienes vivimos aquí no tendremos beneficios; nuestros pueblos y rancherías van a quedar incomunicados, no habrá paso a las parcelas. Esto es un negocio del gobierno. Vamos a unirnos en una sola palabra y que esta sea la de no al proyecto carretero. Sí queremos inversiones pero para nuestro campo, para hacer producir nuestra tierra”, manifestó Marcos Hernández, un representante de Zacatepec.
En la asamblea comunitaria, llamó la atención la cantidad de mujeres y jóvenes que se reunieron a escuchar y proponer acciones en defensa de la tierra y el agua de la región poniente del estado. “Ni siquiera el gobernador tiene derecho sobre nuestras tierras”, afirmó uno de ellos.
El proyecto
El pasado 1 de febrero el gobierno del estado de Puebla a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, anunció que será este año cuando se entregue la concesión de la autopista Atlixcoaeropuerto, supuestamente a una empresa constructora poblana, vialidad que tendrá 20 kilómetros de longitud.
El titular de la dependencia, Valentín Meneses Rojas, aseguró que la administración pretende invertir unos mil millones de pesos; mil millones menos que lo que costará el arco norte de la ciudad de Puebla, obra a cargo de la trasnacional española Obrascón–Huarte–Laín (OHL).
Según el funcionario, el objetivo de ese proyecto carretero es reducir la distancia entre el sur del estado y la ciudad de México, pues con la autopista se evitaría que los conductores atraviesen la ciudad de Puebla.
