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Lunes, 13 de octubre de 2008
La Jornada de Oriente - Puebla -
 
 

 CUITLATLÁN 

El SNTE pedirá la cabeza del titular de la SEP

 
Fermín Alejandro García

En su momento, la dirigencia nacional del SNTE le va a exigir al gobierno del estado la cabeza del titular de la SEP, Darío Carmona García, por estar en la lista negra de funcionarios que no supieron contener las protestas magisteriales contra Elba Esther Gordillo Morales o por haber alentado el malestar entre los docentes en contra de la dirigente del sindicato de maestros. En el caso del funcionario poblano, se ubica en la primera categoría por su falta de pericia política.

Esa falta de habilidad política de Carmona quedó constatada el jueves de la semana pasada, cuando el secretario de Educación mandó a llamar a los directivos de nueve centros escolares de la Sierra Norte, la Mixteca y del centro del estado. En ese encuentro el funcionario buscó que estos funcionarios difundan un mensaje que sirva para amedrentar a los profesores y éstos, dejen de participar en las movilizaciones contra Gordillo.

Pero sobre todo, en ese encuentro Carmona demostró el enorme miedo que ahora siente hacia el SNTE y su máxima dirigente. 

La actuación de Darío Carmona es torpe y tardía –como casi todas las decisiones que toma este servidor público–, ya que esa reunión tendría que haberse producido hace varias semanas, si se toma en cuenta que fue el 23 de septiembre pasado cuando miles de profesores poblanos, de manera inédita, salieron a demandar fin al cacicazgo de Gordillo y se eche abajo la Alianza para la Calidad de la Educación.

El malestar del magisterio poblano está perfectamente ubicado, está en las regiones de Huauchinango, en donde se calcula que un 70 por ciento de los mentores están de acuerdo con las protestas; en Izúcar de Matamoros y Teziutlán, en donde se estima que la inconformidad abarca al 40 por ciento de los profesores; y en algunas zonas de Puebla centro. Las inconformidades no están dirigidas contra los líderes locales del SNTE, pero si contra Elba Esther Gordillo y una parte del contenido de la Alianza para la Calidad de la Educación.

Lo anterior es un diagnóstico que el SNTE tiene elaborado desde los últimos días de septiembre, en el que además ha ubicado a importantes operadores del PRI y del PAN, intentando utilizar las movilizaciones para fines electorales.

Sobre todo se sabe que las protestas estarían siendo financiadas y organizadas por grupos cercanos a Manlio Fabio Beltrones, el líder priista en el Senado y enemigo acérrimo de Gordillo Morales, a tal grado que este personaje, hace poco más de un mes,  habría dicho que no le interesa tanto conquistar la presidencia de la República –por parte de su grupo– como ver acabado el poder de la presidente del SNTE.

Frente a esos escenarios, el secretario de Educación hasta ahora no ha movido un dedo para cambiar la percepción en la opinión pública de que la inconformidad es en casi todo el estado y rebasa a los 10 mil docentes. Esta actitud se debe a que Carmona siempre ha creído que debilitando al SNTE él se fortalece en la permanencia del cargo que ostenta, en el cual no ha hecho nada a favor de la educación pública, pero le permite gozar de los privilegios de la burocracia dorada.

Sin embargo, cuando Carmona empezó a percibir que el sindicato le quiere cortar la cabeza y que esa no es una posición de los secretarios generales del SNTE 23 y 51, sino del círculo cercano a Elba Esther Gordillo, ha cambiado su posición de manera radical y ahora se propone convertirse en un apagafuegos.

En la reunión de jueves, el encargado de la SEP les aclaró a los directivos de los centros escolares que el gobierno del estado no está dispuesto a dar marcha atrás a la Alianza para la Calidad Educativa y  que no quiere confrontarse con Elba Esther Gordillo Morales. Sobre el segundo aspecto, fue una constante en su mensaje de que él no tiene nada en contra de la presidente del SNTE. Dicho de otra manera, exhibió el miedo que le tiene a la “profesora”.

Adoptando una posición envalentonada, que parecía más de dirigente sindical charrro que de encargado de las políticas educativas del estado –un estilo que siempre le ha caracterizado–, les dijo a los profesores que le escuchaban:

Que ellos son los encargados de mantener la disciplina en las escuelas y debían evitar que los mentores falten por participar en las protestas en cuestión. Que ya se tiene una lista de gente que se infiltró en el movimiento para buscar que en las protestas de los docentes se incluyen otros temas. Y que en su momento la SEP podría actuar contra los profesores que están generando paros de labores.

Algunos de los directivos que asistieron al llamado respondieron con incredulidad al mensaje de Carmona, pues entre ellos habrían comentado una vez que acabó la reunión, que ellos no son los responsables de la inconformidad del magisterio y mucho menos son quienes deben dar la solución. Es un asunto que si el titular de la SEP no sabe como resolverlo, mucho menos pueden los directivos de centros escolares o de cualquier otra escuela ponerse a dar advertencias o elaborar listas negras de profesores que alborotan a las huestes.

La reacción de los directivos es correcta. Tal parece que Carmona no sabe qué hacer y busca echarle la culpa a otros.

Si el titular de la SEP realmente le interesara que los maestros no participen en las movilizaciones contra la “profesora”, las cuales cada vez crecen más, debería entre otras cosas oponerse a su partido, el PRI, permita que operadores priistas de regiones de Tlatlauquitepec, Tetela de Ocampo y de Huauchinango estén participando en la organización de las movilizaciones.

Que desde el gobierno se esté apoyando a los sindicatos magisteriales disidentes y a ex dirigentes del SNTE, como Cutberto Cantorán Espinosa, para que en Puebla se conforme el Frente Priista de Organizaciones Magisteriales.

Incluso se dice que fue en Puebla en donde se gestó la idea de que esta confederación –que agrupa a los sindicatos de maestros de más de 10 estados– exijan al Partido Revolucionario Institucional que dicha agrupación sea reconocida como una organización priista y sea tomada en cuenta en la asignación de candidaturas en futuros procesos electorales.

Es claro que en Puebla se ha hecho mucho en contra de la “profesora”.

Y que como siempre, Darío Carmona reacciona demasiado tarde.

Que actúa hasta que peligra su chamba como miembro del gabinete.

 
 
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