El Nodo de Derechos Humanos, protestó por la interrupción de transmisiones y decomiso de equipo que sufrió la radiodifusora comunitaria La rabiosa, de Huajuapan de León, Oaxaca, emisora que difundía información sobre derechos humanos y de los pueblos indios y tenía influencia en algunas comunidades de la Sierra Negra de Puebla.
En un comunicado, la organización no gubernamental poblana considera que las acciones emprendidas por la Secretaría de Comunicaciones (SCT) y Transportes y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), se enmarca en las agresiones sufridas por personal de otras radios comunitarias como las de San Pedro Yodato y La voz que rompe el silencio, algunos de cuyos directivos y periodistas han sido asesinados.
La rabiosa era operada por el Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos (Cactus), que se dedica a la defensa de los derechos humanos en Huajuapan de León, un municipio oaxaqueño colindante con el estado de Puebla.
El pasado 29 de agosto personal de las dependencias federales antes mencionadas llegó a las instalaciones desde donde se transmitía La rabiosa. Según el relato de los agraviados, en ese momento “se encontraba personal de operación de la radiodifusora, un locutor y un programador en cabina, el coordinador de la radio, Alfredo Landa y el coordinador de Cactus Omar Esparza, quienes después de ser avisados de la confiscación del transmisor, una computadora, una mezcladora, micrófonos, audífonos, material discográfico y útiles varios de audio, discutieron por no tener notificación previa de la inspección oficial, ya que la transmisión estaba en fase de prueba”.
Los inspectores federales argumentaron que cumplían un a orden basada en la Ley Federal de Telecomunicaciones y que los integrantes de Cactus estaban cometiendo delitos federales, por lo que si oponían resistencia intervendría el Ministerio Público para ordenar su detención.
“Este no es el primer hecho hostil en contra de un medio comunitario en el que colabora Cactus. Está como antecedente el caso de Placido Abraham López, quien a partir de enero de 2008 coordinaría la Radio Comunitaria de San Pedro Yosotato, pero fue asesinado el 24 de diciembre de 2007; y el homicidio de Felícitas Martínez y Teresa Bautista, periodistas de La voz que rompe el silencio de San Juan Copala.
, el 7 de abril de este año. Estos antecedentes enmarcan la agresión contra La Rabiosa y son muestra de la hostilidad y violencia a la que están expuestos los periodistas oaxaqueños, en particular aquellos cuyo objetivo es crear medios comunitarios e informar sobre la situación de los pueblos indígenas y de los derechos humanos en Oaxaca”, denunció el Nodo.
Las transmisiones de La Rabiosa podían ser escuchadas en algunas comunidades de San José Miahuatlán y Coxcatlán, ambos municipios poblanos.
