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Jueves, 28 de agosto de 2008
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ESTÉTICA Y SALUD
 

Factores de riesgo y detección de cáncer de mamas

 
Rafael H. Pagán Santini

Los exámenes selectivos de detección, es decir, pruebas para detectar el cáncer antes de que haya síntomas son importantes en la prevención del cáncer. Pueden ayudar a encontrar y tratar el cáncer a tiempo. Es más posible que el tratamiento sea efectivo cuando el cáncer se encuentra temprano.

No se conocen las causas exactas del cáncer de mamas. Raras veces se pueden explicar por qué una mujer padece cáncer de mama y otras no. Las investigaciones han demostrado que ciertos factores de riesgo influyen en el desenlace del cáncer de mamas. Un factor de riesgo es algo que puede aumentar la posibilidad de padecer una enfermedad. Es muy importante tener en cuenta que los factores de riesgo son una combinación de la influencia genética y el medio ambiente, donde si bien juegan un papel influyente lo que realmente hacen es aumentar la probabilidad de ocurrencia.

Las probabilidades de padecer cáncer de mamas aumentan conforme la mujer envejece. La mayoría de los casos de cáncer ocurren en mujeres de más de 60 años. Esta enfermedad no es común antes de la menopausia. La mujer que ha tenido cáncer en una mama tiene un riesgo mayor de padecer esta enfermedad en su otra mama. El riesgo de una mujer de presentar cáncer de mama es mayor si su madre, hermana o hija, tuvo cáncer de mama. El riesgo es mayor si ese familiar tuvo cáncer antes de los 40 años. El que otros familiares del lado de la madre o del padre tengan cáncer de mama puede también aumentar el riesgo de una mujer.

Algunas mujeres tienen células en el seno que se ven anormales al microscopio. El tener ciertos tipos de células anormales (hiperplasia atípica y carcinoma lobulillar in situ (CLIS) aumenta el riesgo de cáncer de mama. La presencia de genes como los BRCA1, BRCA2 en el genoma de la persona aumenta el riesgo de cáncer. En las familias en las que muchas mujeres han tenido la enfermedad, las pruebas pueden mostrar algunas veces la presencia de cambios genéticos específicos.

Los antecedentes relacionados con la reproducción y la menstruación también pueden ser factores de riesgo. En cuanto más edad tiene la mujer cuando da a luz a su primer hijo, mayores son sus probabilidades de cáncer de seno. Las mujeres que empezaron su menstruación (tuvieron su primer período menstrual) antes de los 12 años tienen un riesgo mayor de cáncer de mama. Aquellas que entraron en la menopausia después de los 55 años de edad tienen un riesgo mayor de cáncer de mamas.

La terapia de reposición hormonal con estrógeno más progestina después de la menopausia parecen tener también un riesgo mayor de cáncer de mama. Las mujeres que nunca tuvieron hijos tienen un riesgo mayor de cáncer de mamas. Sin embargo, no hay una relación entre el aborto o la interrupción del embarazo y el cáncer de mama.

Las mujeres que han tenido radioterapia al pecho (incluyendo las glándulas mamarias) antes de los 30 años tienen un riesgo mayor de cáncer de mama. El tejido de la glándula mamaria puede ser denso o graso. Las mujeres de más edad cuyas mamografías muestran tejido más denso tienen un riesgo mayor de cáncer de mama. La posibilidad de tener cáncer de mama después de la menopausia es mayor en las mujeres que son obesas o tienen sobrepeso. La actividad física puede ayudar a reducir el riesgo al prevenir el aumento de peso y la obesidad.

Las mamografías pueden mostrar a menudo un bulto en la mama antes que se pueda sentir. Pueden también mostrar una agrupación de partículas muy pequeñas de calcio. Los bultos o las partículas pueden deberse al cáncer, a células pre–cancerosas o a otras causas. Si se ve un área anormal en su mamografía, es posible que necesite hacerse más radiografías. También, puede ser que necesite hacerse una biopsia. Una biopsia es el único medio de saber con seguridad si hay cáncer.

Durante un examen clínico de mamas, el proveedor de servicios médicos revisa las glándulas. Es posible que le pida que levante sus brazos sobre su cabeza, que los deje colgar a los lados o que apriete sus manos contra las caderas. Su proveedor de servicios médicos se fija en la diferencia de tamaño o forma que haya entre los dos senos y revisa la piel de cada seno buscando alguna erupción, hoyuelos o señas anormales. Es posible que apriete los pezones para ver si hay algún fluido presente. Usando las yemas de los dedos para sentir bultos, el proveedor de servicios médicos revisa las glándulas mamarias, la axila y el área de la clavícula. En general, un bulto necesita tener el tamaño de un guisante o chícharo para poder sentirse. El examen se hace primero en un lado luego en el otro. Pueden revisarse los ganglios linfáticos cerca de las glándulas mamarias para ver si están hinchados.

Usted puede examinarse sus mamas mensualmente para buscar cualquier cambio en ellos. Es importante recordar que los cambios pueden ocurrir a causa del envejecimiento, del ciclo menstrual, del embarazo, por la menopausia o si toma píldoras anticonceptivas u otras hormonas. Es normal que sus mamas se sientan un poco abultadas y desiguales. También, es común que estén hinchados y sensibles justo antes o durante el período menstrual. Los auto–exámenes de las mamas no reemplazan las mamografías de detección regulares ni los exámenes clínicos. Los estudios no han demostrado que los auto–exámenes por sí solos puedan reducir el número de muertes por cáncer de glándulas mamarias.

 
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