Hasta ayer por la noche, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no había aportado más datos a los medios informativos locales sobre la identidad de los sicarios que ultimaron a una pareja de policías la madrugada del martes pasado en una junta auxiliar del municipio de Venustiano Carranza, ubicado en la Sierra Norte de Puebla.
Extraoficialmente trascendió que el Ministerio Público y los agentes de la Policía Judicial suponen que el crimen fue perpetrado por un grupo de entre cuatro y seis personas, las cuales ingresaron al filo de la 1 de la mañana del pasado 9 de abril a la comandancia de la Policía Municipal en la junta auxiliar de María Andrea.
En el lugar de los hechos, el Representante Social que tomó el caso, Rodolfo Miguel Paleta, halló sentado el cadáver de Juvenal Vázquez Cortes, gendarme que tenía 28 años y recibió un impacto de escopeta en el rostro. Cerca de él estaba tirado en el suelo el cuerpo sin vida de Eli Jassiel López, quien tenía 22 años y murió por una descarga, también de escopeta, pero en el tórax.
Los verdugos de ambos uniformados se llevaron las armas de cargo que éstos tuvieron y también un radiotransmisor.
Como antecedente del crimen, una noche antes, en la presidencia Auxiliar de Villa Lázaro Cárdenas, un comando sometió y robó sus armas a otra pareja de policías municipales.
La región de Huauchinango, en la que se localizan Venustiano Carranza y Villa Lázaro Cárdenas, se ha caracterizado en los últimos dos años por los enfrentamientos entre cuerpos de seguridad y delincuentes, amén de crímenes cometidos con una saña similar a la que acostumbran las bandas de narcotraficantes.
El viernes 27 de octubre de 2006, en la ribera del río San Marcos, en la junta auxiliar de María Andrea, fue hallado en estado de descomposición un tronco sin cabeza ni extremidades dentro de una bolsa. Muy cerca de ahí se encontró el cráneo en otro saco.
La autopsia y el reconocimiento que hicieron los deudos confirmó que los despojos eran de Jesús Santos de los Ángeles, quien fue torturado y mutilado, aunque hasta ahora sus victimarios no han sido aprehendidos.
El año pasado hubo un enfrentamiento entre un grupo de hombres que intentaron secuestrar a una persona y policías de la región. Los delincuentes huyeron, dejando en el vehículo que usaron, uniformes e insignias falsas de la Agencia Federal de Investigación
