Así lo señaló el secretario de Gestión Urbana para el Desarrollo Sustentable, Sergio de la Luz Vergara Berdejo, quien subrayó que la dependencia está haciendo una revisión de la Carta Urbana heredada por la administración de Enrique Doger Guerrero, ya que presenta una serie de “inconsistencias” que bien pueden ser aprovechadas por los constructores para ampliar sus desarrollos y violar la norma municipal.
“Cuando en una sola carta dibujas todo, a lo mejor el que la hizo le puso un color más rojo a otro lado (sic) y no debe ser así. Por eso la nueva Carta va a venir por capas; es decir, la de vialidades, de vivienda, fraccionamientos, servicios, bosques y de todos los servicios que tiene la cuidad”, afirmó.
Lo anterior dará la certeza tanto a particulares como a la propia autoridad de saber hasta dónde sí se puede construir, hasta dónde son los límites de colonias, avenidas, aceras, áreas de equipamiento y de desarrollo, entre otros. Se busca evitar, por ejemplo, que algunos oportunistas aprovechen espacios vacíos tras la colocación de una línea de la Comisión Federal de Electricidad y luego fraccionar en zonas de riesgo.
“También se evitará edificar sobre las líneas de ductos de Pemex, como sucede en Barranca Honda y otras zonas muy peligrosas; se tiene que regular”, añadió.
Dijo que la Carta Urbana se va revisando a la par del diseño del Plan Municipal de Desarrollo, el cual marca las directrices del crecimiento y aprovechamiento de la ciudad.
La nueva Carta estará a finales de este mismo año, pues a diferencia de gobiernos anteriores, que la presentaban al finalizar el trienio, el objetivo es terminar con la creación de cartas urbanas en cada administración que llega al ayuntamiento.
El crecimiento anárquico de la ciudad, afirmó, provocó que se sólo se hicieran revisiones a ese documento cada dos años, y no una actualización definitiva que sentara bases para el desarrollo de la capital.
Mientras, los constructores y desarrolladores podrán continuar trabajando en sus proyectos, pues una comisión interinstitucional es la que se encarga de revisar las solicitudes de construcción que llegan a la Comuna.
“Cuando son proyectos chicos, como los de mantenimiento, estamos dando permisos muy rápido, en dos días; cuando se trata de proyectos grandes, como gasolineras, centros comerciales, fraccionamientos, ahí si entramos a una revisión conjunta y pedimos el diagnóstico de los colegios (de arquitectos e ingenieros) y de los consejos ciudadanos, porque pueden ser proyectos buenos para la ciudad, pero malos para el medio ambiente, por ejemplo”.
Por otra parte, Vergara Berdejo indicó que el proyecto inmobiliario Jardines de La Montaña, que causó polémica cuando se informó que pretende derribar 3 mil 500 árboles de encino blanco en La Calera, está detenido y sujeto a revisión por parte de la Secretaría de Gestión Urbana.
Aunque reconoció que existe un estudio de factibilidad del desarrollo, el funcionario municipal aseguró que el ayuntamiento de Puebla no ha entregado ningún permiso de construcción para ese residencial.
Señaló que por parte de la Comuna y de la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno del estado no se va a permitir el retiro de la masa boscosa de La Calera. Lo que sí, dijo, es que Jardines de la Montaña podría edificarse en las 70 hectáreas de esa zona donde ya no existe ningún árbol.
“Lo que cambiaría es que ya no sería un desarrollo totalmente horizontal; tendría que combinarse en horizontal y vertical, y que la gente conviva con el bosque, no cerrarlo.
