“El emo es una mamada, es una cosa para niñas de 15 años a las que apenas les acaban de salir pelos ahí, que se acaban de emocionar porque les encanta el cantante del grupito, no por porque les guste la música ¡fuckin’ bullshit!, no hay movimiento, no hay una manera de pensar, no hay músicos, confunden el punk con el hard rock, el scream; juntan todas las corrientes nada más para darle un significado a su estúpido y pendejo movimiento”.
Las anteriores declaraciones reflejan la forma de pensar del presentador de Telehit (que pertenece a Televisa) Kristoff. En su programa Kristoff presenta este empleado de la televisora más influyente de América Latina insultó a los jóvenes que se identifican con la tribu urbana emo.
Kristoff nos insulta
Durante el periodo de semana santa, los titulares de noticieros Televisa estuvieron de vacaciones y dejaron como suplentes a otros conductores. En Primero noticias, espacio que dirige Carlos Loret de Mola, pero que en su ausencia tomó Paola Rojas, se realizó una entrevista a dos jóvenes emos y al padre de uno de ellos.
Rumbo al final de la plática, los jóvenes explicaron algunas de las características del grupo; comentaron que no siempre están tristes; “de hecho, en este momento estoy muy contento”, dijo uno. Paola Rojas los despidió y en eso la interrumpió Womita, un emo: “Sólo quiero decir una cosa más”.
–Rápido, Womita, porque nos tenemos que ir al resumen –respondió Rojas.
–Sí; lo que pasa es que hay un conductor de Televisa, de Telehit; se llama Kristoff y ha estado incitando a la violencia en nuestra contra y nos ha insultado en su programa –remató Womita.
Con la cara desencajada, Paola Rojas no tuvo más que darle fast track al fin de la entrevista y señalar: “Habrá que hablar con él, porque eso no puede ser”.
Emeequis
La revista Emeequis publicó un reportaje realizado por Diego Mendiburu. La entrada del texto es elocuente. Una pregunte de un emo, Rodrigo, al reportero: “¿Tu has sufrido?... Yo sí, y mucho.” “Sufre por amor, por su familia, porque nadie lo comprende. Sufre lo que todos los adolescentes”, describe el periodista.
Hace una descripción del entorno en el que distintos (y actualmente antagónicos) grupos juveniles de diferentes ideologías, se reúnen en la glorieta de Insurgentes de la ciudad de México para convivir.
El Rulo, conductor de la estación Reactor 105.7 F.M. explica que el término emo proviene del emotional hardcore, una forma de punk que surge a principio de los 80 en Washington D.C. y toca, en lugar de cuestiones políticas, aspectos personales”.
Tras las agresiones que han padecido estos jóvenes, distintos medios de comunicación se han acercado al tema y le han dado un tratamiento de nota informativa la mayorías de las veces. El conflicto se agudizó (hubo más agresiones en diferentes estados de la República, incluido Puebla) y tomó tonos cada vez más alarmantes para las corporaciones policiacas.
El sábado 22 de marzo de 2008 el periódico El Centro publicó en primera plana la convocatoria que hizo el gobierno del Distrito Federal para discutir sus diferencias; el titular del diario apuntó: “Cumbre Emo–Punk”.
A un lado de la nota principal del medio dirigido por Salvador Camarena, en página impar, aparece el joven Kristoff. El medio lo define como “famoso por su irreverencia y lenguaje florido”. Apunta que después de las agresiones que se dieron en Querétaro en contra de algunos emos, cambió su discurso. “Kristoff y su doble discurso”, dice la cabeza de la nota. A la letra señala: “Métanse con la Mara Salvatrucha, cabrones. Se meten con los emos porque están en su pinche pedo. Déjenlos, qué mamada les hicieron”.
El conductor de televisa que tiene un espacio de una hora en Telehit, de lunes a viernes, respondió en una entrevista para el portal de Televisa esmas en la que se autodefine: “Nunca he estudiado; no tengo cualidades; ja, ja, ja, no tengo talento; el momento más emocionante de mi vida fue cuando choqué; el momento más feliz de mi vida fue cuando estuve a punto de morir; el momento más triste te mi vida fue cuando supe que no iba a morir”.
La irresponsabilidad socio–mediática de Televisa y los conductores de sus espacios informativos y de entretenimiento ya no sólo se ciñe a contenidos de nula calidad, sino que además, como este caso que lo ejemplifica cabalmente, explora el ámbito de la provocación, del insulto, de la agresión.
Televisa, aprovecha (entre otras cosas) el espectro radioeléctrico –patrimonio de la nación– para insultar a los jóvenes mexicanos, para promover violencia en su contra y para ello tiene a un brillante conductor: Kristoff. Hasta hoy, no hay un sólo comunicado de la empresa deslindándose de las declaraciones y actitud del joven Kristoff. Pero él sí sigue con su programa al aire.