Así lo dio a conocer Pilar Pacheco, directora del Archivo General del Estado de Puebla (AGEP), quien lamentó que aunque en las últimas décadas se han organizado dos programas de rescate de documentos oficiales en custodia de los gobiernos municipales, no se ha logrado continuidad en los trabajos.
Contó que en 1983, cuando era gobernador Guillermo Jiménez Morales se realizó el programa “Levantemos la historia del suelo”, que tuvo como fin rescatar los archivos históricos municipales.
Pero aunque se laboró en varios municipios, sólo el archivo de Cuetzalan sigue funcionando hasta la fecha bajo la dirección de Emma Gutiérrez, quien participó en la campaña de 1983.
De 1984 a 2000, no se tiene registro sobre programas del gobierno del estado para el rescate y preservación de archivos municipales. Sin embargo, por iniciativa propia, los gobiernos locales de Atlixco, San Martín Texmelucan, Tehuacán y Tlatlauquitepec, organizaron y resguardaron sus acervos.
Pacheco agregó que en 1999, el AGEP consiguió la primera partida presupuestal para iniciar los trabajos en el interior de la entidad poblana, pero como fue el año de los desastres (incendios forestales, sismo y lluvias) finalmente nunca se aplicó.
Para el año 2000, el AGEP inició formalmente la campaña de rescate de archivos municipales. De entonces a la fecha, se han resguardado 75 acervos con la participación de los ayuntamientos, el gobierno estatal, el Archivo General de la Nación (AGN), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y la asociación civil denominada Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas (Adabi) que es subsidiada por el empresario Alfredo Harp Helú, entre otras instancias.
El primer diagnóstico se realizó en la Sierra Norte, pues por las condiciones climatológicas de la zona el papel es más susceptible al deterioro. Se visitaron las presidencias de Zacapoaxtla, Zacatlán, Chignahuapan y Tetela de Ocampo. Con la ayuda de Stella González, entonces directora del AGN, se iniciaron los trabajos en Tetela de Ocampo.
Entre presos y palomas
“No sé por qué pero los archivos siempre están con los presos o con las palomas”, relató Pacheco.
Los trabajadores del AGEP generalmente buscan cajas de huevo y detergente, en los sitios que funcionan como celdas en las presidencias municipales, o bien en los zarzos (bodegas situadas en los techos de dos aguas) donde las palomas hacen nido, seguro que ahí está el archivo municipal.
Uno de los casos más peculiares fue el de Libres. En el cuartel de los policías, había un entablado junto a la pared que daba a las celdas. Entre las ranuras de la madera, se observaban unas cajas, por lo que decidieron retirarla y ahí encontraron 60 cajas con documentación fechada entre 1546 y 1821.
La funcionaria señaló que la documentación fue almacenada de esta manera en 1983 con la campaña “Levantemos la historia del suelo”, y que después de esto nunca se volvió a tocar, pero se conservó por el clima seco de Libres.
Ahora, la documentación está a disposición de los investigadores y de la población, además Adabi publicó una memoria sobre el acervo.
Diferente suerte tuvo el archivo de Tepexi de Rodríguez del que no queda ni una hoja. Durante el sismo de 1999, la sede de la alcaldía tuvo serios daños, por lo que la documentación quedó entre los escombros y no se pudo salvar. Ante este problema, el AGEP trabajó los archivos de tres juntas auxiliares: Almolonga, Huejonapan y Otlaltepec, donde los escritos más antiguos datan de finales del siglo XIX.
En la primera etapa, los archivos se trabajaban con ayuda de jóvenes que hacían su servicio militar: se localizaban los documentos, se limpiaban y estabilizaban, se ponían en cajas donadas por el AGN, y se hacían inventarios básicos.
Para 2004, el sistema mejoró, pues el AGEP consiguió una plaza para una persona que se dedicaba exclusivamente a los archivos municipales, Gonzalo Fernández. Su tarea y la de Adabi fue realizar trabajos “más finos”, pues se organizaban los archivos por series y se hacían inventarios por expedientes.
Protección legal
Pilar Pacheco alertó que si no se crean reglas para obligar a los presidentes municipales a mantener los archivos ya rescatados, la inversión prácticamente se pierde, pues resulta muy caro ir cada tres años a proteger los acervos. De hecho, no han alcanzado a dar cobertura a los 217 ayuntamientos.
Tomando en cuenta que el principal problema, no sólo de los archivos, sino del país, es que no hay continuidad en las políticas públicas, pensamos en crear la Ley Estatal de Archivos, que ya no permita que los acervos queden en el olvido y se pierdan, señaló la directora del AGEP.
Indicó que aunque en 1984 se creó la Ley de Archivos Municipales, donde se dio tutela al gobierno del estado para organizar el rescate, es necesario derogarla, pues ahora hay nuevas disposiciones en el artículo 6 Constitucional por el que se garantiza el derecho a la información.
Ahora no es sólo un imperativo histórico, sino de transparencia, que los presidentes municipales estarán obligados a cumplir, concluyó.
