Subalterno fiel de la maestra Elba Esther Gordillo, tránsfuga priista y frustrado aspirante de Nueva Alianza al Senado de la República, al poblano José Guillermo Aréchiga Santamaría le ha bastado menos de un año como funcionario de primer nivel del ISSSTE para imponer, sin desdoro alguno, a su hijo y a su hermano como subdelegados de prestaciones en las representaciones del instituto en Tlaxcala y Puebla, respectivamente.
Designado coordinador general de desarrollo delegacional el 28 de febrero de 2007 por la junta directiva, el ex diputado federal llegó al cargo a propuesta de Miguel Ángel Yunes Linares, titular del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y “recomendado” por su protectora, la líder moral del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Al poco tiempo de asumir el cargo, Aréchiga Santamaría primero impuso a su hermano Benjamín Marco Antonio como subdelegado de prestaciones en la representación del ISSSTE en el vecino estado de Puebla y posteriormente, en mayo del año pasado, hizo lo propio con su vástago Jesús Guillermo, a quien acomodó en un cargo similar pero en Tlaxcala.
De acuerdo con datos conseguidos al amparo de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, el coordinador general de desarrollo delegacional del ISSSTE –clave NA0070011KB21– tiene al mes un sueldo base de 28 mil 418.98 pesos y una compensación “garantizada” de 125 mil 64.36 pesos lo que da un total de 153 mil 483.34 pesos como percepciones brutas, aunque por los descuentos correspondientes sus ingresos netos quedan en 114 mil 364.84 pesos.
Por su labor en el ISSSTE José Guillermo Aréchiga también goza de un seguro institucional equivalente a 108 meses de percepción ordinaria bruta mensual y a un “colectivo de retiro”, del cual se desconoce el monto.
Asimismo goza de prestaciones como 10 días de sueldo por vacaciones, prima de antigüedad, 40 días de aguinaldo, cuatro meses de salario en caso de defunción y despensa.
Sin embargo no hay datos relativos a las prestaciones “inherentes al puesto”, ni de “otro tipo de incentivos”.
En el caso de su hermano Benjamín Marco Antonio y su vástago Jesús Guillermo –quienes fungen como subdelegados de prestaciones en las delegaciones del ISSSTE en Puebla y Tlaxcala, respectivamente, y cuya clave para dicho cargo es NA 0150021MA21– el sueldo base mensual es de 14 mil 916.06 pesos, más una “compensación garantizada” por la cantidad de 41 mil 213.15 pesos.
Así, cada uno de ellos tiene al mes una percepción bruta por 56 mil 129.21 pesos, aunque por los descuentos respectivos sus ingresos netos quedan en 44 mil 269.87 pesos, además de que gozan de similares prestaciones a las de José Guillermo Aréchiga.
El “consentido” de la maestra
Nacido el 2 de septiembre de 1958, José Guillermo Aréchiga ha ocupado diversos cargos en el sector educativo de su entidad natal y paralelamente hizo carrera política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al cual renunció en febrero de 2006 –siendo integrante de la LIX Legislatura federal– debido “a la cerrazón” de quien fuera dirigente del tricolor en Puebla, Mario Montero Serrano, quien se negó a darle participación a los integrantes del sindicato de maestros en esa entidad.
Licenciado en economía y en educación media en el área de telesecundarias, el ex dirigente de la Sección 51 del SNTE durante el periodo de 1995 a 1998, fue impuesto en los comicios federales de 2006 por el Partido Nueva Alianza (Panal) como candidato a senador por el estado de Puebla y, como era lógico, perdió.
Fuentes consultadas por este diario develaron que, a su paso por el SNTE, Aréchiga Santamaría, gracias a su fidelidad, se ganó la confianza de la líder moral del magisterio. Muestra de ello es que a mediados del año 2004 la propia Elba Esther Gordillo lo nombró como su representante personal para encabezar un operativo electoral a favor de Gabino Cué, entonces aspirante a la gubernatura de Oaxaca.
Aquél entonces el ahora funcionario federal fue el responsable de coordinar el operativo de más de 600 maestros de las secciones nueve y diez del Distrito Federal, y de la 36 del valle de México para apoyar la campaña del abanderado de la alianza Todos somos Oaxaca, conformada por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Convergencia.
Precisamente sus buenos oficios con Elba Esther Gordillo –de quien presume es uno de sus “consentidos”– le valieron lo suficiente a José Guillermo Aréchiga para que fuera incrustado como funcionario público en la estructura burocrática del gobierno panista de Felipe Calderón.
Ahora, desde esa posición en la administración pública federal, Aréchiga Santamaría impulsa a Félix Castillo Sánchez como aspirante a dirigir los destinos de la Sección 51 del SNTE y quien –a decir de fuentes extraoficiales– podría ser el “caballo negro” de la contienda, cuya pugna está centrada entre los grupos del actual líder de ese gremio Gustavo Espinosa y la ex secretaria Leticia Jasso.
Por cierto, en noviembre del año 2000 José Guillermo Aréchiga negoció con la propia Jasso para que ésta asumiera el liderazgo de esa representación del SNTE en Puebla, a cambio de que el candidato del primero, José Luis Olivares Soriano, ocupara la secretaría de Finanzas y su hermano Benjamín Marco Antonio Aréchiga quedara al frente de la cartera de previsión y asistencia social.
