GUÍA DE OCIO Y CULTURA

La Orquesta Sinfónica de Asturias estará en el Complejo Cultural Siglo XXI

Rafael H. Pagán Santini

Tras el éxito registrado en el Forum de las Culturas de Monterrey 2007, llegará por primera vez a Puebla la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) y el Orfeón Pamplonés para interpretar, junto a los cuatro solistas –Jesús Ibarra, Octavio Arévalo, Marie–Ange Todorovitch, y Hasmik Papian– la solemnidad del Réquiem de Verdi, el miércoles 3 de octubre a las 20horas en el Complejo Cultural Siglo XXI.

Unos días antes, la orquesta y el coro pamplonés estarán de gira por Guadalajara, en el Teatro Degollado, el 30 septiembre; en la ciudad de México se presentarán en el Palacio de Bellas Artes, el 2 de octubre, y cierran la gira por América en Puebla. En todas ellas, con el Réquiem de Verdi.

Hay que diferencia que la Orquesta del Principado de Asturias, bajo la dirección de Maximiliano Valdés, está compuesta por profesores de la Unión Europea, Rusia, los Estados Unidos y Latinoamérica, quienes realizan más de 70 conciertos sinfónicos anualmente. Por su parte, el Orfeón Pamplonés, es una agrupación coral conformado por 120 voces, y posee un repertorio amplísimo que va desde el clasicismo, el romanticismo, la zarcuela, la ópera, hasta la música a capella.

La visita del Orfeón Pamplonés a México, significa “anímicamente un gran salto para esta agrupación”, pues nunca habían visitado América. A decir de su director, Igor Ijurra Fernández, la visita al país representará un trampolín, “y nosotros esperamos que como consecuencia de este viaje, el Orfeón esté en boca de más gente, en Navarra y también en boca de orquestas”.

–¿Qué tal el matrimonio con la Orquesta de Asturias?

–Hoy (viernes 21 de septiembre) tenemos el ensayo con Maximiano Valdés (el director). Con la OSPA se trabajó hace tres o cuatro años, pero es una orquesta emergente y con un maestro chileno que dirige mucha ópera, un maestro muy serio con una carrera dilatada.

–Van a Monterrey, a México, Puebla... ¿Cuánta gente les va a conocer en esta gira?

–Si se llenan los auditorios, en México DF son más de 2 mil personas; en Puebla entre 4 y 5 mil; en Monterrey otros 2 mil; el Teatro Degollado tiene algo menos... pues más de 10 mil.

Siendo una de las instituciones musicales más antiguas, ¿por qué ha salido tan poco el Orfeón al extranjero?

–No es cierto. Es la primera vez que viajamos a América pero desde finales de los 50 el Orfeón ha salido mucho a Francia. También a Portugal, y a Holanda. Ya en los 90 decayó. Las salidas sí que han podido ser en los últimos años nuestro talón de Aquiles, y esperemos que este viaje a México sea el repunte de esa tendencia. Y, así como a nivel español la última temporada hemos estado en el Auditorio de Barcelona, de Galicia, el Auditorio Nacional de Madrid... ahí el Orfeón sí que ha recuperado no posición, ni mercado, sino auditorios. Hay que ir paso a paso. Lo importante es cantar, y cantar bien. Si uno lo hace bien, al final se oye.

–¿Se le nota la edad al Orfeón (se fundó en 1865)?

–El Orfeón está enraizado en Pamplona, pero queremos que lo esté aun más. Necesitamos abrirnos. Queremos ser atractivos a la sociedad, sabiendo que la música coral y la música clásica, en general, cuesta.

–¿Y en qué se notaría, por ejemplo, de aquí a unos años que el Orfeón consiguiera abrirse?

–Pues tener más gente, siempre necesitamos gente. A muchos compromisos tenemos que decir que no porque contamos con gente amateur, y el amateur descuenta sus días de fiesta...

–Por ejemplo ahora, 12 días a México

–Por ejemplo. Me gustaría tener una plantilla más amplia, por un lado, una sede en condiciones, porque entre niños, jóvenes y adultos la sede se nos queda pequeña. De hecho este año el Nuevo Casino –de Pamplona– nos ha cedido un espacio porque no teníamos suficiente aquí. Otra sede nos daría otra dimensión, podríamos tener más niños, mejorar las clases de canto, de solfeo... que se están dando pero de forma precaria. ¿Y dentro de diez años qué me gustaría? Que el Orfeón fuese una institución reconocida por todos los navarros. Y, sobre todo, que la gente diga que canta bien. (Yadira Llaven)

Más de 10 mil visitantes han admirado la exposición Persia, fragmentos del paraíso

Platillo iraní en exhibición en el Museo Amparo, como parte de la muestra / Foto: Abraham Paredes

A escasas semanas de su apertura al público en general, la exposición más costosa en traslado y por el valor incalculable de sus piezas en la historia de la Angelópolis y del Museo Amparo (2 Sur 708), Persia, fragmentos del paraíso, ha recibido más de 10 mil visitantes, informó Silvia Rodríguez Molina, a cargo de la difusión y comunicación del centro cultural.

En entrevista con La Jornada de Oriente, comentó que este resultado representa una cifra sin precedentes, tanto para el museo como para Puebla, pues nunca antes, a tan solo tres semanas de inauguración, se había registrado este número de visitantes. Y en ese sentido, informó que son los días lunes, cuando se registran más entradas, “unas mil 500 personas aproximadamente”, independientemente de los fines de semana.

Explicó que la magna colección de la cultura iraní más importante que se ha montado fuera de aquel país realiza un recorrido cronológico –a través de sus piezas– por la historia del mundo asiático, desde el período paleolítico hasta el de la dinastía Qayar.

Persia, fragmentos del paraíso, presentada con gran éxito en el Museo Nacional de Antropología en la ciudad de México, en donde fue admirada por más de 600 mil personas, está organizada por Conaculta a través del INAH, y forma parte del ciclo de “grandes civilizaciones del mundo en México”. Con esta exhibición, Puebla se inscribe en el circuito de las exposiciones internacionales en México.

La exposición reúne objetos de bronce, plata y oro, que en su mayoría provienen del Museo Nacional de Irán. Es un resumen, es la historia de su pueblo explicada por una copa de plata del tercer milenio a.C. con inscripciones; una placa fundacional de la ciudad de Persepólis, que data de 500 años antes de nuestra era, y un Corán del siglo XIV, tan sólo tres de las invaluables piezas (arqueológicas, históricas y artísticas) que integran la exposición y que podrán admirarse hasta noviembre.

De la colección también destaca la exhibición de un núcleo de cuarzo, que por primera vez sale de Irán, el cual es un instrumento utilizado y fechado hace un millón de años, mismo que fue una herramienta multifuncional de la que se sacaron diversas navajillas y que sirvió como percutor. Este objeto representa uno de los testimonios más antiguos de la humanidad encontrado en el territorio iraní, manufacturado por un homínido anterior al sapiens. (Yadira Llaven)

PARIÁN Y BARATILLO

Don Carlos

Moisés Andrade

La cabina de proyección de un cinematógrafo suele ser una caja de Pandora; desde ella se proyectan sueños y emociones imposibles de encontrar en algún otro modo; desde ella se tejen mundos insondables que sólo los magos y hechiceros más conspicuos serían capaces de concebir. Pero dentro de ese espacio se mueven seres de carne y hueso que hacen posibles esas ensoñaciones y deseos insondables. Estos seres son los encargados de proyectar en una pantalla la serie de imágenes que, plasmadas en una lámina de celuloide, nos trasladan a otras dimensiones, a otros mundos. Sin embargo, y a pesar de su gran contribución, han sido y son olvidados por los estudiosos del fenómeno conocido como “cine”, al igual que por el gran público, que no ve en ellos a los encargados de que, al final de cuentas, se pueda disfrutar de tal maravilla. De hecho, en nuestro país también han sido vilipendiados, al ponérseles sobrenombres como el famoso de “cácaro”, que hace alusión a un hombre “cacarizo” –esto es, con hoyos o señales en la cara, sobre todo por causa de la viruela– cuyo trabajo como proyeccionista dejaba mucho que desear y por lo tanto constantemente se producían cortes en la proyección de los filmes. Así, cualquier encargado del proyector que cometiera alguna falla o descuido rápidamente era recriminado de manera estentórea con el epíteto de “¡ya déjala, cácaro!”.

Trabajo en la sombra, trabajo complejo y ninguneado, no obstante, imprescindible. A esto se dedicaba don Carlos Pérez Lara, desgraciadamente fallecido este último martes. Don Carlos, hombre sereno y apacible, con una gran dedicación a su familia, fue el primer encargado de la proyección de películas del cine–club “Luis Buñuel” de la Casa de la Cultura, en la época dorada de esta última, cuando gracias al apoyo de don Pedro Angel Palou Pérez se pudieron echar a andar varios proyectos artísticos y de difusión, sobresaliendo precisamente el cine–club aludido. Con el apoyo del profesor Palou, la tenacidad de Fernando Osorio y la pertinaz labor de Saúl Rodríguez, el cine–club vivió largos años de esplendor (tal como el cine que da pie a la película del mismo título), formando –y no exageramos– a muchas generaciones de cinéfilos que gracias a la novedad de los títulos o a la rememoración de clásicos pudieron saciar su sed de disfrute del buen cine, en una época plagada de “churros” tanto nacionales como hollywoodenses (aunque tememos que la cosa no ha variado).

Hoy que se vive una enorme crisis en el ámbito cultural de nuestra entidad, y caso específico en las programaciones de cinematógrafo, es menester hacer justicia a aquéllos que dejaron todo en pro de fomentar y difundir lo mejor del pensamiento humano. Y en este terreno, don Carlos fue ejemplo de cuál es el papel que debe desempeñar cualquiera que se dedique a estos menesteres, ya que nunca dejó de apoyar en labores que no le correspondían y, por el contrario, diseñó y armó mecanismos que permitieran mejorar la calidad sonora de las proyecciones, entre otras cosas. Nunca se quejó de lo mal que pudiera estar una película; él la “remedaba” y a otra cosa mariposa. Lo principal era satisfacer al público, no defraudarlo y cumplir con los deberes encomendados, sin esperar nada a cambio más que la satisfacción de saber que se había dado el mejor esfuerzo. Pocos hombres quedan así.

Desde aquí, y dondequiera que esté, gracias don Carlos por su ejemplo y por su lucha.

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Casa de la Lectura Profética
3 Sur 701, Centro Histórico

Cuentacuentos

¡Peligro! Cuentos sueltos.

Los sábados cada 15 días, a las 11 y a las 13 horas. Funciones gratuitas.

Taller de ficción breve (cuento). Imparte el maestro Guillermo Garay. Sesiones todos los jueves de 16 a 18 horas. Inició el jueves 23 de agosto. Costo: 500 pesos por persona (incluye materiales).

Velada erótica. Coral Bracho y David Huerta conversan con Rosa Borrás y óscar López. Jueves 27 de septiembre, 20:30 horas

Cine debate
2 Oriente 809, Altos

Organizado por la Convención Nacional Democrática–Puebla. Del ciclo “El México marginado”.

Proyección de la película Rubén Jaramillo, de óscar Menéndez. Jueves 27 de septiembre, 18 horas.

Fundación Espinosa Rugarcía
8 Norte 208

Ciclo de cine de septiembre.

Durante todos los jueves del mes, a las 18 horas, con el tema: “destino y casualidad”.

27 de septiembre: Babel.

Galerías del Palacio Municipal
Portal Hidalgo, zócalo de Puebla

Exposición de grabado monumental Códices Bilaterales, de José Hugo Sánchez. De martes a domingo, de 11 a 20 horas. La entrada es libre.

Centro Integral de Fotografía
16 de septiembre 3708

Por el 25 aniversario luctuoso del artista de la lente Nacho López se expone “Distintos ojos, diferentes revelaciones”.

Teatro de la Ciudad
Juan de Palafox y Mendoza 14

Exposición de fotografía Estampas regionales de México, de Alberto Durán.

Museo Taller Erasto Cortés
7 Oriente 4

Exposición Sombra del deseo, del maestro oaxaqueño Francisco Toledo.

Exposición El espacio y el concepto, de la galería gráfica de La Caja Negra Ediciones. Grabado, serigrafía, xilografía, fotografía. Salas Raúl Gil y Agustín Arrieta.

El Breve Espacio
7 Norte 8, centro. Tel: 2 46 2693

Karex

Rock clásico (Pink Floyd, Beatles, Led Zeppelin, Queen, Deep Purple, etcétera). Integrantes: José Manuel Sánchez (guitarra líder), Fabián Castellanos (batería), Leo Hernández (teclados), Omar Pacheco (bajo) y Toño de Karex (vocalista y guitarra). Todos los viernes y sábados, 21:30 horas. Cooperación: 30 pesos.

Ciclo de conciertos “Carlos Arellano y amigos”.

Jueves 20 de septiembre: Rafael Mendoza y Carlos Arellano.

Jueves 27 de septiembre: Mauricio Díaz “el hueso” y Carlos Arellano.

Horario: 21:30 horas. Entrada: 70 pesos. Reservaciones al 246 26 93.

Teatro Espacio 1900
2 Oriente 412, centro

Pipí, obra de Jaime Chabaud, para niños y no tan niños que se hacen pipí en la cama. Dirección: Víctor Rubén, actúan Yamanqui Cué y Gissel Reyes. Informes: 2 32 45 15. Todos los domingos a las 12:30 horas.

Centro Cultural Creciente
11 Oriente 205, Centro Histórico

Sirena de bar

Espectáculo Dragqueen Musical Orgásmico presentado por Marco Polo Rodríguez. Todos los viernes a las 19 horas. Entrada: 50 pesos; Insen y estudiantes: 40 pesos.

Todos los lunes, como parte de su programa musical, el Centro Cultural Creciente presenta las tardes de jazz.