Regidores del PRI y PAN: entre amiguismos, compadrazgos, familias y compromisos

Atlixco– Las listas de regidores de los candidatos a la presidencia municipal del PRI y el PAN están integradas, en la mayoría de los casos, por imposiciones, amiguismo, compadrazgos, lealtades, familias y, desde luego, compromisos políticos. La Jornada de Oriente llevó a cabo un repaso de todos y cada uno de los nombres y hombres quienes conformarán la “nueva” estirpe política en los próximos tres años, tras la contienda estatal del próximo domingo 11 de noviembre.

“PAN con lo mismo”

La planilla de regidores azules, encabezada por Jorge Gutiérrez Ramos, tiene las siguientes particularidades: el suplente del aspirante a edil, de nombre Salvador Dávila Escobedo, es hijo de Salvador Dávila Muñoz, uno de los empresarios más reconocidos de la ciudad, dedicado a la venta de vinos y licores, y quien durante la última época del cacique Eleazar Camarillo encabezó, tras años de silencio y conveniencia política, una de las revueltas para intentar derrocar al entonces líder de la CROM.

Jorge Armando Zanella Rodríguez es el segundo regidor propietario. Pertenece a una de las familias panistas más solidarias con ese partido. Dueño primero de negocios de tela, hoy es mediano empresario de las tiendas de importaciones. Detrás de éste, en la suplencia, aparece Mauricio González Cuatepec, propietario de la compañía agua purificada “El Popo”, pioneras en el ramo.

Otro de los personajes conocidos, instalado como titular en la posición tres de regidores, es Óscar Francisco Daza Ramírez, “famoso” en el ambiente local por dos razones; primero: caminar tras la sombra de Leonor Popocatl Gutiérrez –quien además de ser regidora de Educación y empleada de Salvador Escobedo en la Sedesol federal, tiene amplias posibilidades este año de ser diputada panista, vía plurinominal, por segunda vez–, su pareja sentimental. Segundo: tiene en la frente la bandera de ser un “profesional” buscador de chamba dentro del erario público.

Otro caso especial está José Paul Norberto Sánchez Romero, el quinto autorizado en el elenco del PAN. Heredero de una tradición profesional en el ámbito de la contaduría; es aparentemente uno de los hombres más cercanos a Jorge Gutiérrez. Su esposa, de nombre Rosa María, lleva varios trienios cobrando en la Comuna de Atlixco. Parte de la familia Sánchez Romero es priista.

La plaza siete en el inventario de dicho instituto político es de Magnolia Rodea Valdés, esposa de Simón García García, ex regidor de Salud, y coordinador general de la campaña de Gutiérrez Ramos. A pesar de ser suplente, salta a la vista también el nombre y apellidos de Laura Elena Flores Suñer, militante ya incluida en la nómina en gobiernos pasados del albiazul.

Finalmente, Alberto Damián Arenas es quien posiblemente ocupe el cargo de síndico. Originario de la junta auxiliar de San Diego Acapulco, forjado desde los escalones más bajos del organigrama, aparentemente dejó la candidatura a la diputación por este sitio. Fue alfil de muchos políticos del Partido Acción Nacional, hoy ubicados en altos mandos estatales y federales del gobierno, quienes no encontraron un lugar para poder integrarlo.

“PRImero los cuates”

Las deserciones y críticas a su proyecto y los conflictos más severos enfrentados por Eleazar Pérez Sánchez, aspirante de la Coalición Unidos para Ganar, integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM), surgieron a raíz de los espacios entregados precisamente en el directorio de regidores. A cambio de apoyo, los sectores exigieron prebendas para poder cobrar oportunamente una quincena en Palacio Municipal.

Por ejemplo: el suplente de Pérez Sánchez es Hermenegildo Tlapanco Paredes, actual administrador de la delegación en Atlixco de la Cruz Roja. El número dos de los concejales del tricolor, y quien seguramente será cubierto por el manto del presupuesto oficial, gane o pierda su candidato, lleva por nombre Miguel Trinidad Sánchez Romero. Exacto: es hermano de Norberto Sánchez Romero, el panista y también eventual regidor.

Trinidad tiene otras características: es pariente de Eleazar Pérez Sánchez, el número uno en el escalafón, y es esposo de Irma Solís Tepepa, que además de integrar las filas del sector popular de Atlixco, cumplió con muchas dudas y señalamientos de los perdedores, la tarea como presidente la Comisión de Procesos Internos del PRI, ese pleito ganado por el “Contacto Paisano” en medio de una polémica finalizada con el dictamen de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en contra de Álvaro Morales.

Julio Martínez Hernández, integrante del Colegio de Arquitectos, está insertado en la titularidad de la cuarta regiduría. Hace un año estuvo involucrado en un problema civil, después de participar en una gresca, en las inmediaciones de su casa, allá en la colonia Ricardo Treviño, contra un grupo de vecinos a quienes intentó intimidar con presuntas influencias en la Cámara del Trabajo CROM y en el Poder Judicial. Sin pruebas contundentes hasta el momento, ciertos detractores terminan por acusarlo de ser, a conveniencia personal, panista.

Otra de las censuras a la planilla de Pérez Sánchez es producto del siguiente nombre: María Guadalupe Irma Escobedo Ayala. Comerciante de dulces, tiene el emblema de ser consanguínea de Salvador Escobedo Zoletto, el nuevo “líder” del PAN en Atlixco. Sigue en el sexto asiento, de los escogidos para ser mano, José Luis Aroche Ramos. Tal como sucede con los Sánchez Romero, procede de un clan dividido entre el PRI y el albiazul. Casi nunca encontró espacios y chamba con los segundos, y pidiendo democracia dejó atrás todo para encontrar eco en otro lugar.

Juan Herrera García, el responsable de la plaza siete del catálogo tricolor, representa a los viejos tiempos de Eleazar Camarillo y la CROM. Desde aquella época perteneció a la categoría de los empleados de la Comuna. Tras la llegada del panismo, lógicamente quedó, junto a sus compañeros, marginado. Retomó la profesión de maestro y hoy está de regreso.

La sindicatura propuesta por el aspirante de la CUPG recayó en Anel Castillo Tapia. La abogada de profesión lleva en el primer apellido la fama. Es hija de Héctor Castillo, uno de los últimos caciques de la región, y dueño de las calles de la ciudad y sus rumbos, con su flota innumerable de permisos de combis y microbuses del servicio público. Castillo, el padre, es acusado, sin indagaciones concretadas en denuncia, de prestar unidades en tiempos electorales para el PAN, esto, con tal de poder conservar la amistad de quien ostenta el poder.

Finalmente un dato: la lucha por obtener el tan preciado y redituable lugar en la lista de regidores tiene una explicación sencilla. De acuerdo con el tabulador de sueldos difundido en la página de internet del ayuntamiento del municipio de Atlixco, la cantidad pagada por esa labor es de más de 19 mil pesos mensuales. (Miguel Ángel Domínguez Ríos)