"Periodismo regional a la medida de su tiempo"

EnviarEnviar ImprimirImprimir

Puebla > Estado
jueves 6 de septiembre de 2007

EDITORIAL

LOS SALDOS DE LA APERTURA COMERCIAL EN EL AGRO

Ayer inició en Puebla la décima asamblea anual de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec), en la cual se planteó la necesidad de frenar la apertura total de granos que habrá en las fronteras tal como lo estipula el Tratado de Libre Comercio para 2008, además de crear legislaciones que permitan proteger la soberanía alimentaría e impida la entrada al mercado nacional de transgénicos.

La trascendencia de estas propuestas es que buscan evitar que el campo mexicano acabe de ser destruido por las fuerzas del mercado. Si no se detiene la libre importación de granos, habrá un proceso de mayor empobrecimiento de la población campesina del país.

El verdadero trasfondo de la importación de granos y la introducción de transgénicos es buscar que la producción de granos acabe de ser controlada por empresas privadas, la mayor parte de éstas de origen trasnacional. En ese esquema, los campesinos dejarían de ser los dueños de la tierra, de las semillas y estarían obligados a comprar el maíz a cadenas comerciales.

Cuando en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari inició el cambio estructural del campo mexicano se dijo que sería la alternativa para sacar al agro del atraso. Si se hace una revisión de lo sucedido de esa época a la actual, es posible encontrar que aumentó la migración de labriegos hacia EU o a centros urbanos, en donde solamente están la precariedad laboral. En resumen, se aumentó la desigualdad en el campo con la apertura comercial.

Por eso es fundamental evitar que continoe esa apertura comercial, así como las políticas de abandono al agro, ya que estén en juego la soberanía y la estabilidad del país.