CARPETA

Diestros y siniestros

Sergio Cortés Sánchez

Hace un cuarto de siglo se formalizó una discusión entre académicos italianos sobre la pertinencia del concepto izquierda y derecha; para algunos, eran categorías sin sujetos, rémoras del siglo XVIII; para otros, son vigentes y útiles para definir ideologías y programas políticos antagónicos en al menos una díada: igualdad–desigualdad. Los promotores de una sociedad más igualitaria o menos desigual son las izquierdas y los contrarios, las derechas. La estrategia económica y las políticas concomitantes del neoliberalismo han multiplicado las desigualdades sociales y, las prometidas convergencias y equidades son meros discursos de campaña sin sustento en los programas públicos. Los insatisfechos con la democracia y con el crecimiento económico se multiplican y reivindican una reorientación de las políticas a favor de una sociedad menos desigual y más democrática.

En el municipio de Puebla, tres de cada cuatro ciudadanos no están de acuerdo con la actual política pública: consideran que se está gobernando para unos cuantos intereses poderosos y no para todo el pueblo; pero no sólo objetan el resultado económico de las políticas públicas sino que también están insatisfechos con el funcionamiento de la democracia, por lo menos así lo consideran dos de cada tres ciudadanos encuestados los pasados días 27 al 29 de julio. Son demócratas insatisfechos la mitad de los panistas, el 61 por ciento de los priistas y el 77 por ciento de los perredistas; cuestionan los resultados de la política económica, el 60 por ciento de los panistas, el 78 por ciento de los priistas y el 89 por ciento de los perredistas. Eso puede explicar la aceptación de opciones políticas que propongan la igualdad y la democracia como ejes rectores de sus programas, como lo es la Convención Nacional Democrática. Para los ciudadanos de este municipio, la izquierda es oposición, nuevas ideas y programas y, un pensamiento liberal; la derecha es confianza, gobierno, PAN y empresarios, en ambos casos, para el 15 por ciento de los ciudadanos la izquierda y la derecha es negativa.

Atendiendo a una decena de preguntas sobre democracia, autoritarismo, orden y libertad, el 68 por ciento de los ciudadanos se pueden definir como democráticos y el 26 como antidemocráticos, en el primer caso se ubicarían aquellos cuyo saldo entre respuestas a favor y en contra de la democracia fuera mayor a cero y, en el segundo, aquellos donde predominan las respuestas negativas sobre las positivas; en caso de igualdad de respuestas a favor y en contra de la democracia, se ubicó a los ciudadanos como neutros y estos fueron el cinco por ciento. Los tres principales organismos políticos y las izquierdas y derechas tienen democráticos y antidemocráticos en sus filas, aunque en la extrema izquierda el registro de demócratas es más alto y en la extrema derecha, los antidemocráticos son más, lo que es congruente con el planteamiento de Norberto Bobbio que sostiene que la diada libertad–orden no distingue a las izquierdas de las derechas.

Entre el 20 de enero del año pasado y el 19 de julio del año en curso aplicamos 15 encuestas a 6 mil 587 ciudadanos donde le preguntamos su ubicación ideológica con base a una escala donde el uno es izquierda y 5 es derecha, el promedio fue de 3.3; los ciudadanos la edad, el sexo o el ingreso no influyen en la autoubicación, si la escolaridad: a mayor nivel de estudios, la ubicación es hacia la izquierda y viceversa. Los estudiantes y los empleados se ubican a la izquierda del promedio y los amas de casa y los trabajadores por cuenta propia, hacia la derecha. Los ciudadanos que se identifican con el PRD se auto definieron en la izquierda y los priistas y panistas, a la derecha. Aparte, en otro ejercicio de la misma naturaleza aplicado del 27 al 29 de julio pasado, los ciudadanos ubican a Andrés Manuel López (2.0) muy a la izquierda del PRD y, a Felipe Calderón (3.7) muy a la derecha del promedio pero en el mismo nivel que al PAN. Entre panistas y priistas no hay distancias ideológicas, si las hay entre éstos y los perredistas y más profundas, con los pejistas. Con esta entrega doy respuesta a amigos que, en más de una ocasión, me solicitaron su publicación.

Ver gráficas [78 Kb]