"Periodismo regional a la medida de su tiempo" |
|
Puebla
> Salud |
jueves 26 de julio de 2007 |
ESTÉTICA Y SALUDLas arrugas en la pielRafael H. Pagán SantiniLa piel es una barrera formidable, y está constituida para enfrentar un ambiente hostil. La capacidad que tiene el pigmento melanina para defendernos de los efectos nocivos de la exposición excesiva de la luz ultra–violeta permite a la piel llevar a cabo su función protectora. La melanina es una sustancia protectora natural, absorbe la energía de los rayos UV y evita que éstos penetren más profundamente en los tejidos. Además, la melanina es la que da color a nuestra piel.Aunque la piel es una barrera que nos protege, no es una coraza invencible. Tras una prolongada exposición a la luz solar, la parte más externa de la piel (epidermis) se vuelve más gruesa, y las células cutáneas productoras del pigmento melanina (melanocitos) incrementan la producción del mismo, lo cual hace que el color de la piel cambie. El daño ocasionado por la luz UV en las capas más profundas de la piel (dermis) produce arrugas y una coloración amarillenta. A medida que las personas envejecen la piel pierden la grasa del estrato subcutáneo, la dermis y la epidermis se vuelven más delgadas, las fibras elásticas de la dermis se fragmentan y la piel tiende a arrugarse. Las arrugas aparecen primero como una línea fina y luego como un surco al la piel ir perdiendo su firmeza y textura. La irrigación sanguínea de la piel también disminuye con la edad, por lo que las lesiones cutáneas curan más lentamente en las personas mayores. Al envejecer la piel las glándulas sebáceas producen menos sebo protector y por ello la piel se seca con mayor facilidad. Cualquier pérdida de humedad hará que la piel se vea arrugada y seca. Lo anterior es un proceso natural que hasta el momento nadie puede detener. Lo que sí es posible es prevenir estos acontecimientos cuando aparecen de manera prematura. Y esto pasa por proteger las partes anatómicas de la piel. La piel esta formada principalmente por dos capas: la epidermis, que es la más externa, y la dermis, que es donde se encuentran las proteínas que dan firmeza y tonicidad a la piel. Para mantener constante el espesor de la epidermis, deben formarse nuevas células al ritmo que se descaman las viejas células de la capa más superficial, la capa córnea. Desde la capa más profunda de la epidermis (estrato basal), las células empujan hacia arriba a cada capa sucesiva para remplazar a las células muertas y mantener la piel integra y viva. Este proceso de renovación cutánea se mantiene durante toda la vida pero su tiempo de recambio va alargándose con la edad. El alargamiento en el tiempo de recambio celular es uno de los factores que contribuyen a la aparición de los hundimientos finos que vemos en la piel y que llamamos arrugas. El proceso de recambio celular se puede acelerar por abrasión de la superficie cutánea, que tiende a eliminar algunas de las capas celulares. El resultado es una intensa estimulación de la división celular que hace que se reduzca el tiempo de recambio y de regeneración de la epidermis. Este es el principio fisiológico que rige las terapias exfoliativas, dermabrasivas y las diferentes variantes con rayos láser. En otro extremo está la formación de callos que son el producto de un proceso abrasivo prolongado donde se produce un estrato superficial anormalmente grueso en el punto de la fricción. La dermis está formada por una capa papilar y una reticular más profunda. La capa reticular consta de haces de colágeno, lo que le proporciona una gran resistencia a la tracción y una rede de elastina, que actúan como fibras elásticas y extensibles, de ahí su nombre. Estos dos tipos de fibras le dan a la piel textura y tonicidad. Uno de los factores más importantes en el proceso de envejecimiento es el cambio en la estructura molecular de las fibras de colágeno, que se acelera con la luz ultravioleta. La destrucción del colágeno y la acumulación anormal de las fibras elásticas hacen que la piel pierda su firmaza y elasticidad, profundizando las arrugas finas que comenzaron con el alargamiento del tiempo de recambio celular de la epidermis. La mejor manera de prevenir un daño prematuro en la piel es evitando la exposición excesiva al sol, particularmente durante las horas de 10 a 16 horas, que es cuando está presente más del 80 por ciento de los rayos UV. Si usted trabaja o hace deporte o simplemente le gusta recrearse bajo los rayos del sol recuerde que los bloqueadores o filtros solares deben de aplicarse por lo menos 20 minutos antes de salir al sol. Siembre debe de usar un protector solar con un factor de protección mayor de 15, y si usted es de tez blanca debe de utilizar uno de FPS mayor de 30. No fume, es veneno para su piel. Las sustancias más comunes para el rejuvenecimiento de la piel son de uso tópico: el retinol–A (tretinoína tópica), ácido láctico, ácido glucólico, ácido salicílico, omega–3 (EPA) y los anti–oxidantes como la vitamina E (alfa tocoferol) y la vitamina C. Aún después de todo esto queda todavía la opción de algo más invasivo: la descamación química (peeling), el levantamiento de la piel quirúrgicamente (face–lifts), las inyecciones de colágena y el tratamiento con la toxina botulínica. Si desea más información sobre este texto puede escribir al correo electrónico: [email protected]
|
Enviar Imprimir |