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Puebla > Estado
viernes 29 de junio de 2007

CUITLATLAN

Alejandro Armenta contra Óscar Aguilar

Fermín Alejandro García

Hace algunos días se inició una nueva auditoría contra el director del Instituto Poblano de la Vivienda (IPV), óscar Aguilar, lo cual no sería algo extraño si no fuera porque ese recurso no lo ordenó la Sedesol federal, que se ha dedicado a perseguir a este funcionario, sino que proviene de la Sedesol estatal. Esta maniobra parece que tiene como propósito fundamental bloquear al político priista para que no pueda ser candidato plurinominal a diputado local, luego de que el PRI le habría ofrecido esa posibilidad.

No se sabe si la auditoría fue ordenada por el titular de la Sedesol estatal, Alejandro Armenta Mier, o el secretario de Gobernación, Javier López Zavala, pero todo apunta que probablemente fue el primero de ellos. Independientemente de que si procede o no ese recursos, se puede considerar que en el momento actual, con las circunstancias que se viven en el estado, esa determinación es un craso error por el peso político que representa Aguilar.

Me explico: óscar Aguilar es un político muy cercano a Manlio Fabio Beltrones, el coordinador de los senadores federales del PRI, quien está controlando muchas decisiones fundamentales en el tricolor a nivel nacional y ha asumido la defensa de los gobernadores priistas Ulises Ruiz, de Oaxaca, y Mario Marín Torres, de Puebla; además de Hank González y el ex mandatario de Quintana Roo, Mario Villanueva.

Manlio Fabio Beltrones es un operador fundamental para frenar en el Congreso de la Unión un posible juicio político contra Mario Marín. Y no sólo eso, sino para que la dirigencia nacional del PRI nacional no abandone al mandatario poblano, pues el líder de los senadores priistas se ha convertido en la segunda persona más fuerte en dicho instituto político.

Una prueba de la cercanía de Aguilar con Manlio Fabio Beltrones es que a finales de marzo de este año, luego de que la Sedesol acusó al director del IPV de malversar la ayuda que se mandó para los damnificados del huracán Stan, en el gobierno del estado se decidió la salida de óscar Aguilar del IPV. Unas cuentas horas después de que se tomó esa decisión la administración marinista reculó y decidió dejarlo en el mismo puesto.

Se supo que una llamada telefónica de Manlio Fabio Beltrones frenó la decisión de remover a Óscar Aguilar, razón por la cual sigue en el mismo puesto.

Ahora parecería que el dueto López Zavala–Armenta quiere evitar una posible candidatura de Aguilar, quien por cierto esta semana fue invitado a integrarse como operador político del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.

¿Eso cómo lo va a tomar Beltrones?

Se “perdió” el presupuesto de la SDR para técnicos agrícolas

¿Qué está pasando en la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR)? Resulta que ahí laboran unos 300 técnicos agrícolas, antes conocidos como extencionistas, quienes tienen contratos para laborar como asesores o generadores de proyectos productivos en comunidades rurales por un periodo de ocho meses al año, y pese a que en la actualidad ya casi están en el séptimo mes de labores, no han cobrado una sola vez sus salarios.

Hasta ahora sus jefes no les han podido explicar las causas de ese grave atraso de más de medio año. Los técnicos, que están desesperados por estar endeudados y no tener dinero para lo básico, han tenido que ir a perseguir al titular de la SDR, Alberto Jiménez Merino, cada vez que éste tiene un acto público.

El funcionario, la primera vez que lo interceptaron a principio de mayo, les dijo que el atraso se debía a que la gente no estaba presentando suficientes proyectos agrícolas y entonces las reglas de operación del programa Alianza para el Campo no liberaba los recursos económicos para Puebla. Les dijo que se haría el esfuerzo para solventarles los sueldos entre el 7 de mayo y el 8 de junio de este año.

Los técnicos a los pocos días supieron que eran mentira las palabras de Jiménez Merino, ya que en otros estados, con los mismos problemas de Puebla, no ha existido atraso de los fondos de Alianza para el Campo. Pero además se pasó el 7 de junio y no se cubrieron los pagos pendientes.

Otra vez, en un acto público, le reclamaron a Jiménez Merino. Ahora fijó el 18 de junio como fecha límite. No se cumplió la promesa. En una tercera ocasión el funcionario les dijo a los quejosos que ahora si el lunes de esta semana se saldaría todo. No pasó nada.

Lo que más molestó a los técnicos es que el secretario de la SDR fue a un programa de radio y habló de este problema. Dijo que solamente eran unos cuantos técnicos, del Programa de Pastos y Forrajes, a los que se les debía dos o tres quincenas. Eso no es verdad. Se encuentran en las mismas circunstancias los trabajadores del Programa de Desarrollo de Capacidades, del Programa de Cadenas Productivas, el Programa de Viveros y del Profemor, de este último confieso no sé que significa.

Por eso el próximo lunes habrá una concentración en las oficinas de Jiménez Merino de una parte de los técnicos para protestar. Muchos no van a llegar porque ya no tienen ni para los pasajes.

No solamente no se cumple las promesas de salarios. Los técnicos no cuentan con viáticos, vehículos y prestaciones sociales, pese a que se deben quedar a lo largo de la semana en el municipio a donde los mandan a laborar. Como consecuencia de las penurias que enfrentan, el año pasado el gobernador Mario Marín anunció ante estos trabajadores que el gobierno les daría una ayuda a cada uno de 30 mil pesos para pagar el enganche de un auto.

Muchos técnicos pagaron de su bolsillo el enganche para comprar un vehículo esperando que el gobierno les pagara la cantidad prometida. Es la fecha que no se cumple la promesa y la mayoría de los afectados se sienten engañados.

También les dijeron que les darían seguridad social. También fue solamente un sueño guajiro tal ofrecimiento.

Estos técnicos son fundamentales en los procesos de capacitación de agricultores y en la operación de programas de la SDR, pero les dan un trato inhumano, ya que les pagan 10 mil pesos al mes y de ahí, tienen que pagar transporte, comida y renta en las comunidades en donde laboran. Es decir les queda poco dinero para sus familias.

Muchos de estos técnicos tienen una larga experiencia y formación.

Ante esto surgen las preguntas: ¿Quién se está quedando con el dinero de los técnicos? ¿Ya se está desviando dinero de las dependencias estatales para la campaña del PRI? ¿Por qué Jiménez Merino huye de sus responsabilidades? ¿No será que cómo no se pudo comprobar el destino de los fondos federales de 2006 no se han recibido los de 2007? ¿El dinero no se está invirtiendo en la bolsa de valores?

Ojalá que Jiménez Merino ofrezca una respuesta a estas interrogantes. No es justo que quienes se preocupan por el quebrado campo poblano sean tratados como lo hace la SDR, cuando su labor es fundamental para rescatar la poca soberanía alimentaria que queda en el país.