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Puebla > Estado
jueves 28 de junio de 2007

Gustavo Rodríguez, promotor de la carrera Antorcha Guadalupana, identifica que la Mixteca ya no es la principal zona expulsora de mano de obra

La migración va en detrimento del medio ambiente: Centro de Comunicación Popular

Lesly Mellado May / III y última

Diciembre de 1994 dejó doble huella entre los vecinos del Popocátepetl: el inicio de la actividad volcánica y la devaluación del peso. El “error de diciembre” modificó el mapa de migración hacia Estados Unidos, y se incluyeron los pueblos de la zona Popo–Izta.

Gustavo Rodríguez, promotor de la carrera Antorcha Guadalupana, que iba del Tepeyac a Nueva York, identifica que la Mixteca ya no es la principal zona expulsora de mano de obra, según los números recogidos por las organizaciones sociales.

La crisis inició en el 94; ante la pérdida del poder adquisitivo, la gente de los volcanes comenzó a viajar hacia EU por una simple regla: los dólares sí funcionan.

El registro del sacerdote da cuenta de que en los años 90, de Ocoyucan salían aproximadamente 20 migrantes al mes; a partir de 2000 a 2004, la cifra fue de entre 40 y 50 semanales.

Y va más allá: “Se calcula que hay alrededor de 2.5 millones de poblanos en Estados Unidos, de acuerdo a lo que nos reportan las organizaciones civiles y las parroquias, pensamos que la mitad son de la Mixteca y en el resto de los volcanes”.

Las casas de cambio también son un indicador del número de migrantes, con datos cruzados de varias fuentes, el Centro de Comunicación Popular calcula que de Malacatepec hay unos 5 mil trabajadores en Estados Unidos; de Chalchihuapan, 7 mil, y de Santa Martha y San Bernabé, entre mil 500 y 2 mil.

Si bien la migración hacia el norte inició en la zona de Atlixco, a partir del año 2000 se multiplicaron los números y se extendió hacia Nealtican, San Nicolás de los Rachos, Calpan y Huejotzingo; los pueblos se fueron sumando como si delinearan el camino del Popocatépetl hacia el Iztaccíhuatl.

A diferencia de los mixtecos que se asentaron en Nueva York, los habitantes de los volcanes se fueron a Nueva Jersey, cuenta Rodríguez.

La migración de la región de los volcanes parece un sin sentido. El activista reconoce que en la mixteca es muy difícil sobrevivir por las condiciones ambientales, no hay agua y no más panorama que la tierra árida. En cambio, en el Popo–Izta, existen condiciones para vivir dignamente: hay mucha agua, una tierra fértil y buen clima.

Como muestra de éxito económico menciona a los floricultores de Atlixco que le encontraron al negocio aprovechando la riqueza de la tierra: “El campo sí funciona, y si hubiera voluntad política de detonar el desarrollo en la región, sería una de las mejores zonas para vivir”.

Custodios peregrinos

La plática con Rodríguez fue acordada para hablar sobre la deficiencia de las políticas públicas en educación ante la ola migratoria que sale de la región de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, y la valoración de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Como cabeza del Centro de Comunicación Popular, que se dedica a ser un enlace entre comunidades, migrantes, organizaciones civiles y de defensa de los derechos humanos, y los gobiernos; alerta sobre un peligro mayor: el medio ambiente.

Los volcanes (incluida La Malinche) son los que proveen de agua a las ciudades cercanas, como la capital de Puebla y la zona conurbada, donde se calcula viven alrededor de 2 millones de personas.

Si bien hay movimientos campesinos de defensa del agua, como en Axocopan y Acuexcoman, la mayoría están abandonando las tierras para irse a Puebla, al Distrito Federal o Estados Unidos, lo que nos va generar un gran problema a mediano y largo plazo, dijo.

“Si casi todos se van ¿quién va a cuidar los bosques, quién va a cuidar el agua? Nuestros campesinos van a estar en Nueva York, en Nueva Jersey o en Atlanta... entonces nos vamos a dar cuenta de que son importantes...”

Los costos ambientales de la migración es un problema que no ha sido visto por las autoridades, que se darán cuenta de la gravedad cuando empiece a faltar el agua en la ciudad de Puebla, alertó Gustavo Rodríguez.

El retorno por la espada

Se acerca el 25 de julio, día del patrón Santiago Apóstol de Xalitzintla, y los dólares estarán a la vista. Es una de las fiestas más grandes de la región, se hace novena, nueve días de mariachis, bandas, rosarios, misas, bailes y comilonas...

En esos días los custodios del Popocátepetl vuelven a contar y demostrar lo bien que les va en EU, que los dólares dan para pagarle al patrón la visita de danzantes de Veracruz y Morelos.

Al terminar la novena, siempre en domingo, la espada de Santiago baja del altar mayor para posarse en las almas de sus fieles. La espada toca brazos, espaldas... corazones. La espada se lleva males y dolores. La espada deja tatuajes que servirán de talismán para próximas batallas... ya no es la espada del guerrero que mataba moros e indios. Ahora don Santiago reconforta, alivia, serena... a los que siguen sus pasos de peregrino.