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Puebla > Política
jueves 21 de junio de 2007

Denuncia Barrios unión de autoridades y textilera para dañar a obreros

Martín Hernández Alcántara

La Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y Laborales del valle de Tehuacán advirtió que las autoridades de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) podrían coludirse con los dueños de las maquiladoras Vaqueros Navarra, familiares del secretario de Desarrollo Económico, Gerardo Fernández Sánchez, para evitar hacer un reparto justo de utilidades.

Martín Amaru Barrios Hernández, presidente del organismo civil, informó en una entrevista vía telefónica que los pasados 14 y 15 de junio los empleados de Vaqueros Navarra decidieron hacer un paro de labores en protesta por el magro reparto de utilidades que hizo la empresa propiedad de Alfonso Fernández.

El activista dijo que en promedio los obreros recibieron 39, 70 y hasta 80 pesos como máximo a manera de prestación por las ganancias de la compañía el año pasado, lo cual es parece inconcebible dado que esta factoría que maquila pantalones para importantes marcas extranjeras como Levis, American Eagle y GAP, produjo en el periodo anterior más de 6 millones de prendas.

Como parte del movimiento de protesta, casi 600 trabajadores desconocieron la representatividad de la Confederación Regional Obrera Mexicana para poder acceder a la carátula fiscal que la empresa entregó a las autoridades rindiendo informe sobre sus estados financieros.

Los inconformes instauraron la Coalición de Obreros y Obreras de Vaqueros Navarra a la que se han afiliado a aproximadamente 570 empleados.

Algunos comisionados de la coalición, abundó Martín Barrios Hernández, fueron presionados severamente por los patrones y acudieron a la JLCA de Tehuacán, en donde los empresarios, en contubernio con los capitalistas, quisieron utilizarlos para disolver el nuevo organismo, lo cual no pudieron concretar.

Sin embargo, durante días pasados algunos guardaespaldas de los empresarios se presentaron en la maquila y los agredieron con gases lacrimógenos. Hubo forcejeos, pero los obreros guardaron la calma, pues se percataron que la agresión tenía la clara intención de provocarlos para romper su movimiento.