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Puebla > Política
jueves 21 de junio de 2007

CUITLATLÁN

Los responsables del desfase del PRI

Fermín Alejandro García

Quienes saben de elecciones refieren que hace tres años, hace seis años, hace nueve años... a estas alturas el PRI ya tenía definida a la mayoría de sus candidatos, pero principalmente estaban listas las estrategias, alianzas, presupuestos y demás recursos necesarios para ganar los comicios. Ahora todo ello está atrasado, sin definiciones. Muchos creen que esta situación se debe a que en la búsqueda de aspirantes dos personajes han metido las manos: el secretario de Gobernación, Javier López Zavala, y el secretario de Organización del tricolor y hermano del gobernador del estado, Roberto Marín Torres.

De hecho se dice que no solamente Javier López Zavala va a decidir muchas de las candidaturas, sino que será quien coordine o por lo menos de el visto bueno al desarrollo de las campañas del PRI.

Ello, independientemente de que sea o no postulado como aspirante a presidente municipal de la capital del estado.

Por el otro lado, Roberto Marín Torres es quien también estaría palomeando la lista de aspirantes, y se supone, elaborando las estrategias electorales. En opinión de muchos priistas su trabajo ha dejado mucho que desear y se han complicado las cosas en el partido por el choque de opiniones que en ocasiones se han dado entre él y López Zavala.

Una queja generalizada de muchos aspirantes a ser candidatos a alcaldes o diputados, es que a todos se les ha dicho que tienen posibilidades reales de ser postulados, que sigan trabajando, que van bien en las encuestas. Eso ha generado un clima de incertidumbre, confrontación y malestar, que seguramente va a dañar la cohesión del PRI durante las campañas, pues desde hace varias semanas ya se tendría que haber empezado a depurar las listas de precandidatos.

Supuestamente la estrategia del Partido Revolucionario Institucional de ser uno de los últimos partidos en elegir candidatos es para evitar que los aspirantes perdedores se vayan al Partido Acción Nacional, tal como ha pasado en anteriores procesos electorales. Sin embargo, ese fenómeno no ha sido revertido. Desde hace varios meses el senador y ex miembro del tricolor, Rafael Moreno Valle, se ha dedicado a reclutar a los priistas desencantados con su partido y poco a poco los ha ido incorporando como posibles candidatos en el albiazul, el Partido Nueva Alianza o Convergencia.

De tal manera que Moreno Valle tendría ya armada una batería de candidatos opositores en las regiones de Ciudad Serdán y Tecamachalco con la cual busca derrotar al PRI como parte de una especie de revancha contra el clan de la familia Morales Flores, luego de que el ex gobernador Melquiades Morales lo obstaculizó para que fuera candidato a gobernador del tricolor.

Y como parte del proyecto de Rafael Moreno Valle de convertirse en gobernador dentro de tres años. Al paso que va, no se debe dudar que lo puede lograr.

Tal parece que con este esquema el Partido Revolucionario Institucional es un barco sin la mejor tripulación. Un error grave sería acotar al presidente de este instituto político, Valentín Meneses Rojas, quien ha logrado convertirse en el mejor dirigente de esta agrupación política en por lo menos los últimos 10 años.

Valentín Meneses Rojas es un dirigente que dialoga con todos los grupos del partido, que habla de la ideología priista, que genera opinión pública, que recorre el estado, que atiende a la gente y que cuenta con una buena imagen. Todo los que lo antecedieron en el puesto habían carecido de tales atributos.

Por tanto, ponerle dos cuñas al presidente priista, como son Roberto Marín y López Zavala, no parece ser lo más conveniente para el futuro del otrora partido oficial.

Sobre todo porque surgen las preguntas: ¿Realmente Javier López y Roberto Marín son buenos estrategas electorales?

¿Es conveniente que Javier López Zavala tenga más atribuciones, luego de que ha sido el secretario del gabinete con más poder y con más responsabilidades?

¿Lo que se está haciendo es lo más conveniente para sacar al Partido Revolucionario Institucional de una crisis que lo tiene con un pie fuera de la mayoría del Congreso local?

Si existiera una reflexión serena en el PRI habría la visión de que se están cometiendo errores que en el pasado reciente ya arrojaron resultados negativos.

Por ejemplo, cuando Mario Montero Serrano fue presidente del partido hizo una pésima elección de candidatos a alcaldes y ello le valió que muchos grupos del tricolor le negaron su apoyo, sus votos y hasta su dinero cuando fue candidato al Senado. Le cobraron las facturas a él y de paso al PRI.

En esta ocasión el Partido Revolucionario Institucional corre el riesgo de que si de nuevo soslaya a los buenos aspirantes, a los grupos, a la gente que si ha trabajado para ser candidatos, corre el riesgo de que dentro de tres años, cuando esté en juego la gubernatura, la gente del tricolor se cobre viejos agravios.

Con tales consideraciones queda contestado que no es conveniente para el Partido Revolucionario Institucional que se esté equivocando al convertirse en un monstruo con tres cabezas, dígase Meneses, Zavala y Roberto Marín.

Claro, esas consideraciones se deben hacer si es qué el Partido Revolucionario Institucional quiere ganar, porque de pronto de la impresión de que mucha gente en el tricolor ya no creen en los posibles triunfos de este partido.