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Puebla > Salud
miércoles 9 de mayo de 2007

MEDICINA E INVESTIGACIÓN

El inicio del parto

Rafael H. Pagán Santini

Ha sido marcadamente dificultoso el esclarecer los mecanismos que precipitan el inicio del parto en los seres humanos. Un adelanto importante en el entendimiento de este proceso es el comprender que la realización del parto en el humano es un acto distintivamente humano –los modelos animales sólo pueden revelar áreas muy limitadas dentro de este proceso único. Consecuentemente, guardando las salvedades éticas, los investigadores han tenido que abocarse al estudio de la mujer embarazada para poder comprenderlo.Ç

De acuerdo con el doctor Roger Smith, los mecanismos de inicio del parto pueden dividirse en tres grandes rublos: el primero, la producción de la hormona liberadora de corticotropina (HLC) en el momento del nacimiento; la segunda, la activación del músculo uterino (miometrio) a término; y por último, las vías para la avivación del miometrio. Estos actos actúan como circuitos que retroalimentan un evento con el otro hasta alcanzar el alumbramiento. Cada uno de ellos a la vez contiene diversos eventos que coadyuvan al buen desarrollo del parto. (N.Engl.J.Med. 356;3).

Un embarazo típico dura alrededor de 40 semanas (nueve meses) desde la última menstruación de la mujer. En ratones el momento de nacimiento se relaciona con la maduración de los pulmones fetales. En los humanos, por el contrario, el momento de nacimiento está asociado con el desarrollo de la placenta –en particular, con la expresión del gen de la hormona liberadora de corticotropina por la placenta.
La placenta es una estructura única y muy especializada que tiene una serie de funciones temporales, aunque muy importantes, durante el embarazo. Está compuesta de tejidos maternos y fetales y no sólo funciona como “anclaje” estructural y punte nutritivo, sino también como órgano excretor, respiratorio y endocrino. Varios estudios han demostrado una asociación entre los niveles plasmáticos maternos de HCL, los cuales sonde origen placentario, y el momento del nacimiento. Los niveles plasmáticos maternos de HCL aumentan exponencialmente mientras avanza el embarazo, alcanzando su nivel pico en el alumbramiento. Éste y otros hallazgos sugieren que el reloj biológico de la placenta determina el momento del alumbramiento.

Un evento importante en el trabajo de parto es la expresión de un grupo de proteínas denominadas “proteínas asociadas a la contracción”. Estas proteínas actúan en el útero, el cual se encuentra en estado de relajación durante la mayoría del tiempo del embarazo, iniciando las contracciones rítmicas potentes que fuerzan al feto a través del cuello uterino que se va reblandeciendo a término. Un aspecto crítico de la actividad del miometrio al momento del trabajo de parto es el desarrollo de sincronismo. La actividad sincrónica de las células del miometrio resulta en contracciones potentes necesarias para expulsar al feto. De igual forma el útero requiere de un período de relajación que permita que la sangre fluya hacia el feto. El útero carece de un marcapaso; sin embargo, mientras el proceso de parto progresa se desarrolla una sincronización mayor en la actividad eléctrica del músculo uterino.

Durante el embarazo, el crecimiento del útero le da espacio al feto para su propio crecimiento, pero el crecimiento del útero cesa hacia el final del embarazo, y el consecuente aumento en la tensión de las paredes uterinas actúa como señal para el comienzo del parto. En la mayoría de los órganos con tejido muscular liso el estiramiento lleva a la contracción. Este proceso mecánico también es mediado por diferentes hormonas y enzimas que aumentan la contractibilidad del útero.

Un componente crítico del parto normal es el reblandecimiento del cuello uterino. El cuello uterino está compuesto primariamente de tres componentes estructurales: músculo liso, colágeno y tejido conectivo. Temprano en el embarazo estos componentes interactúan para mantener el cuello de forma competente para soportar el embarazo hasta el término. Mientras el parto se acerca, el cuello debe ablandar, ceder y debe dilatarse. Las moléculas de colágeno se rompen y se reorganizan las fibras de colágeno, lo que permite que el cuello uterino permita el paso del feto a través de él.

El período que barca desde el comienzo de las contracciones uterinas hasta que se completa la dilatación del cuello uterino se considera la primera fase del parto. La segunda comprende desde la máxima dilatación del cuello uterino hasta que el producto sale a través de la vagina. Por último, la tercera fase del parto incluye la expulsión de la placenta a través de la vagina. En este proceso actúan tanto hormonas como otros compuestos bioquímicos que retroalimentan el circuito de información para llevar a término el parto.

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