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viernes 4 de mayo de 2007

Festejan obreros de la construcción su día con salarios raquíticos y nulas prestaciones

Ernesto Aroche Aguilar

3 mil 383 pesos al mes, poco más de 100 pesos al día, o lo que es lo mismo, ligeramente por arriba de 2 salarios mínimos. Eso es lo que se llevan a la bolsa en promedio los más de 50 mil obreros de la construcción que registró para Puebla en 2006 el Observatorio Laboral, muy pocos de ellos con acceso a la seguridad social.

Salario que difícilmente podría permitirles la compra de una de las miles de viviendas que construyen de manera cotidiana, pues ni siquiera cuentan con el apoyo del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda (Infonavit), como han reconocido en meses pasados tanto el delegado estatal, Felipe de Jesús Mojarro, como el dirigente en Puebla de la Cámara Mexicana de Industria de la Construcción, Armando Adame Sosa.

Una triste realidad que no impidió que ayer vistieran de manteles largos las construcciones y obras en proceso en donde prestan sus servicios para festejar el día de la Santa Cruz. Celebración que los alarifes adoptado como propia desde la época colonial.

Una fiesta que empezó en la catedral poblana

Más de 2 mil artistas de la cuchara grande y el cemento ocuparon los espacios del templo para escuchar las palabras del aún arzobispo, Rosendo Huesca Pacheco, en la tradicional misa del 3 de mayo, para después presentar cerca de 350 cruces al concurso que organizó, como desde hace 10 años, la CMIC en el atrio de la catedral.El problema de la informalidad y la falta de seguridad social entre los trabajadores, según Adame Sosa, se debe a que por lo menos el 70 por ciento de la obra privada que se lleva a cabo autoconstrucción, y “ahí no se puede saber si verdaderamente se les dan las condiciones de seguridad laboral y social a quienes intervienen en ella”.

El representante empresarial adelantó también que se tienen previstas acciones conjuntas con la Secretaría del Trabajo, tanto federal como estatal, con la finalidad de que se pueda mejorar la cultura de la prevención de accidentes.

“Al menos el 50 por ciento de los trabajadores del sector no tienen esa cultura de prevención arraigada y prefieren no utilizar los implementos necesarios para resguardar su integridad, pues resulta mas cómdo”.

Entrevistado al finalizar la ceremonia litúrgica, Adame Sosa pidió unidad en el sector, al señalar que “debe prevalecer la unidad en la diversidad y aunque se tengan diferentes asociaciones o representaciones, el trabajo debe realizarse para beneficio del sector completo”.

“Lo que queremos es que este sea un sector unido con el que nos podamos sentar a conversar y tomar acuerdos para beneficio del estado, instancias, colegios, cámaras y asociaciones, a final de cuentas estamos en el mismo barco”, destacó.

Marín convive

En palabras del gobernador, quien compartió junto con los representantes de los dos organismos empresariales del sector –CMIC y Asociación de Empresarios de la Construcción (AECO) –en dos eventos distintos: “lo importante es que los trabajadores de la construcción tengan empleo, si hay empleo habrá ingresos para la familia y los poblano estaremos unidos en el trabajo, el esfuerzo y la esperanza de tener una Puebla mejor”.

En la comida que organizó AECO en las obras de ampliación del Arco Oriente el mandatario, felicitó a los empleados de la construcción por “el esfuerzo y el empeño que ponen en las obras que se les encargan “desde un edificio hasta una barda”, lo que el mandatario olvidó comentar es que ninguna de ellas será propiedad de cualquiera de los cientos de trabajadores que lo observaban hablar antes de poder hincarle el diente al plato que tenían enfrente o poder brindar con una “fría”, que mañana será otro día.