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Puebla > Ciencia
jueves 26 de abril de 2007

La UAP reconstruye el antiguo telescopio del Colegio del Estado

UAP

El telescopio ecuatorial astrofotográfico, principal instrumento del Observatorio Astronómico-Meteorológico, que comenzó a funcionar a finales del siglo XIX en el Colegio del Estado, y el cual fue donado por el ex presidente Porfirio Díaz a esta institución, está siendo restaurado por investigadores de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Una vez rehabilitado en su totalidad, el instrumento de observación astronómica, considerado una joya de la tecnología de la época y del que sólo existen dos en el mundo –el otro se encuentra en el antiguo Observatorio de Ebro en Tolosa, España– será instalado el próximo año en su cúpula giratoria original –que hasta el sismo de 1999 se encontraba en tercer patio del edificio Carolino– en CU.

Oscar Martínez Bravo, astrofísico e investigador de la Facultad de Físico Matemáticas, unidad académica, que resguarda desde el 2003 el telescopio, explicó que a partir de ese año se iniciaron las labores de recuperación de este importante aparato, con el que científicos del Colegio del Estado –hoy BUAP– realizaron investigaciones astronómicas en las primeras décadas del siglo XX.

A decir del especialista, el rescate del instrumento –que pesa unos 700 kilogramos– ha sido lento, ya que tuvo que ser desarmado para rehabilitar y limpiar cada una de sus piezas. “Como se trata de un aparato hecho a mano, sus piezas y tornillos no son intercambiables, como ocurre con algunos aparatos modernos hechos en serie, por lo que cada uno debe embonar en su lugar original”.

Además, el telescopio ha sido sometido a labores minuciosas de limpieza, dado que en el pasado trató de pulirse con brasso, sustancia que resultó corrosiva para el metal (cobre) del que está hecho.

“Tuvimos que desarmarlo por completo, para retirar el brasso y limpiar cada una de sus partes; después las pulimos y aplicamos un barniz especial”, detalló.

El telescopio ecuatorial astrofotográfico –también llamado Galileo Galilei–, conserva todas sus partes y características originales, excepto el sistema óptico, que al parecer, se extravió en la décadas de los setenta u ochenta, producto de los traslados que sufrió después de haber sido desmontado del tercer patio del Edificio Carolino en 1999.

Sobre la fecha en la que el telescopio quedará totalmente restaurado, Óscar Martínez Bravo, también secretario administrativo de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, dijo que la idea es terminar su rehabilitación a mediados de 2008, para reinstalarlo en su cúpula original giratoria, que fue armada por la Dirección de Obras, y que en la actualidad se encuentra frente al edificio 155 que ocupa el Departamento de Matemáticas del ICUAP en C U.

Como parte del rescate del telescopio, Martínez Bravo junto con Marco Arturo Moreno del Corral –quien gusta por la historia de la astronomía- comenzarán una investigación para encontrar los textos donde se publicaban los resultados de los estudios y reportes que se efectuaron con el telescopio Galileo Galilei, durante los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.

Un instrumento único

El telescopio ecuatorial astrofotográfico de 162 m.m. de abertura fue construido por la casa R. Malhait de Paris. Este instrumento de observación astronómica pesa 700 kilogramos, está hecho a mano con bronce y fierro colado, y fue el primero en su tipo en llegar a América Latina a principios del siglo XX, lo cual colocó al Colegio del Estado a la vanguardia en aquella época.

El telescopio doble ecuatorial refractor posee un regulador de seguimiento mecánico movido por pesas. Era un aparato de lo más moderno en su época porque tenía acoplado un espectrógrafo, instrumento capaz de descomponer la luz. Es por ello, que el telescopio Galileo Galilei tenía la capacidad de grabar en placa fotográfica espectros estelares, lo que permitía estudiar la composición química de las estrellas mediante la descomposición de su luz, explicó Martínez Bravo.

El instrumento también podía realizar estudios del Sol, por lo que se empleó para monitorear la actividad del astro rey.

Su sistema óptico original –que fue extraviado estaba constituido por tripletes acromáticos, es decir, por tres diferentes lentes, hechos a su vez, con tres diferentes tipos de vidrios, lo que minimizaba las aberraciones cromáticas y permitía imágenes de buena calidad, destacó.

Como este telescopio, sólo existe otro igual en el antiguo observatorio de Ebro en Tolosa, España, aunque a éste le fue modernizado su sistema mecánico en la década de los 70, según reveló el investigador, hecho que coloca en ventaja al Galileo Galilei de la BUAP, al conservar todo su sistema mecánico original.

Un poco de historia

De acuerdo con algunos estudiosos de la historia de la BUAP, el telescopio ecuatorial astrofotográfico fue donado por el presidente Porfirio Díaz al entonces Colegio del Estado, a petición de un influyente grupo de intelectuales.

En la edición facsimilar de Alberto Pérez Peña, titulada El Colegio del Estado de Puebla, Francisco de P. Tenorio, profesor de física, expone que después de adquirir el telescopio se pensó en trasladar el observatorio a un sitio más digno para el nuevo instrumento, por lo que comenzaron los trabajos para construir el nuevo Observatorio Astronómico Meteorológico.

Según el texto de referencia, la obra fue inaugurada el 10 de mayo de 1909 para festejar el Tercer Centenario de la Invención del Anteojo Astronómico por Galileo.

Tras el terremoto de junio de 1999, el telescopio y todo su equipamiento, incluyendo la cúpula giratoria tuvieron que ser desmontados del sitio que ocupó durante 90 años en el tercer patio del Edificio Carolino, ya que su peso representaba un riesgo estructural para este inmueble que sufrió serios daños por dicho sismo.

Después de permanecer empaquetado durante algunos años, el telescopio fue trasladado a la Facultad de Matemáticas en 2003, gracias a las gestiones de su entonces directora, la doctora Soraya Gómez y Estrada.