ESCOFINA

“Estoy en el movimiento porque amo profundamente a este país”: Poniatowska

Aurelio Fernández F.

La escritora Elena Poniatowska / Foto: Abraham Paredes / Archivo La Jornada de Oriente

–¿Qué ha representado en tu vida esta incorporación tan profunda al movimiento de López Obrador?
–“Todavía no lo sé”, responde Elena Poniatowska poniendo mirada de reflexión evocativa.

–¿Sigues en el movimiento?
–Sigo en él, aunque este mes no he estado todo el tiempo porque he tenido mucho trabajo fuera de México.

–¿Por qué estás en el movimiento?
Elena hace una descripción desglosada, abundante, que empieza recordando el día en que López Obrador fue a visitarla a su casa para pedirle su ayuda en la lucha contra el desafuero (“yo no lo conocía personalmente, nomás lo había visto en los periódicos y en la tele”), y continúa hablando del primer trabajo que hizo, con Alberto Beltrán en la década de los 60, sobre la ciudad de México en domingo.
Con esa conocida expresión suya de distraído candor que acompaña a una idea contundente, Poniatowska dice: “Amo profundamente a este país, más que si hubiera nacido en él; yo quiero que todos se vayan a dormir habiendo comido más o menos lo mismo. Entonces, si López Obrador me da la oportunidad de colaborar en esa manera de ayudar, de estar en contacto con la gente, entonces estaré en este movimiento”.

Llegué a México a los ocho años –prosigue–, hija de un francés de origen polaco y una mexicana, y me conmovió mucho el país y me conmueve mucho la gente que va pasando por la calle y las cosas que dice; lo que puede hacer con sus manos, lo que hace con su pensamiento, lo que nos dan sus ideas, sus sentimientos, todo eso es lo que más me llega. Entonces, es difícil para mí mantenerme alejada de algo que me jala tanto, y me jala ya desde hace muchos años, quizá desde que hice el libro con Alberto Beltrán que se llama Todo pasó el domingo, que es sobre lo que hacían los mexicanos pobres los domingos; muchas veces me acuerdo de las muchachas que trabajaban en la casa, se ponían su suéter lilita, su suéter así color salmón de cocolitos y se iban a sentar al camellón por donde pasan los coches porque no tenían dinero para hacer otra cosa más que ir a ver que pasaban los coches. Eso no sucedía nunca en Francia, y eso para mí era muy, pues muy aleccionador y yo dije desde un principio ‘yo quiero que en mi país todos se vayan a dormir habiendo comido mas o menos lo mismo’”.

Elena Poniatovska se encontraba en Puebla participando en el Primer Coloquio Internacional “Palabra y Género”, organizado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Puebla. “Si López Obrador me da la oportunidad de colaborar en esa manera de ayudar, de estar en contacto con la gente... entonces si tengo esa oportunidad pues no la voy a dejar pasar. Además, es una honra, es un honor para mi que López Obrador me considere y me venga a llamar”. La popular y querida escritora reflexiona también en el hecho de que “yo admiro mucho a la Jesusa Rodríguez, es mi amiga desde hace pues fácil 27 años; la admiro desde entonces (antes de la entrevista diría que Jesusa es lo más parecido a Frida Khalo). El día que vino López Obrador a la casa a pedirme que participara, que ayudara en la lucha contra el desafuero, le hablé a dos gentes, de puro terror: a Mane, mi hijo que vive a media cuadra de mi casa, y a Jesusa, que llegó como en 20 minutos, y Jesusa me dijo: ‘sí dile que si, yo te ayudo’, y Jesusa nunca se imaginó que ella iba a ser, porque ella es absolutamente clave en ese movimiento; sin la Jesusa –yo te voy a decir algo que vas a decir que es una barbaridad–, sin la Jesusa difícilmente hay plantón, porque la que estuvo ahí 48 días la mañana, tarde y noche, durmiendo allí, hablándole a la gente, diciéndoles cosas inteligentes, fue la Jesusa”.

Felipe Haro interviene en esta entrevista que se lleva a cabo en el hotel San Pedro, de la ciudad de Puebla, a la que fuimos invitados Óscar López, de Radio UAP, y Mariano Morales, del consorcio Síntesis, y La Jornada de Oriente.

–¿No piensas que te utilizaron en la campaña de López Obrador? –pregunta Haro a Poniatowska.

La madre se voltea a la derecha para verlo y responde: sí, puede ser cierto, pero también lo es que al ser utilizado se es útil...

Elena se quedó en la ciudad porque al siguiente día estuvo presente en la instalación del Consejo Consultivo de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Iberoamericana Puebla, del que forma parte.