Día Internacional de la Mujer

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jueves 8 de marzo de 2007

Faltan políticas para investigadoras en Puebla, señala Martínez de Ita

(Yadira Llaven)

María Eugenia Martínez de Ita, investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (FEUAP), consideró que las mujeres han ganado terreno en muchos ámbitos de la sociedad, “pero todavía existe una enorme desproporción que se dilucida con la falta de políticas que impulsen el desarrollo y la integración de este género en la investigación”.

La especialista en temas laborales, educación, ciencia y tecnología, que constituyen sus principales líneas de trabajo, obtuvo en días pasados el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2006, en el área de Ciencias Sociales y Humanidades, por su trayectoria de 28 años dedicados a la investigación.

Sobre la falta de apoyo a este rubro, dijo que es un problema difícil de solucionar, sobre todo si se es mujer y joven; sin embargo, comentó que su situación ha sido privilegiada, ya que “tuve las condiciones favorables para el desarrollo mi trabajo; espacios que las mujeres hemos conquistado día a día”.

Aunque no pidió trato preferencial al sector femenino en el área de investigación, argumentó que existen limitantes para poder desarrollar al 100 por ciento la encomienda académica, como sucede con la maternidad y el rol que juega la mujer dentro del hogar.

Por ello, propuso, para el mejor desempeño de las investigadoras, que el Estado dote de guarderías a las mujeres que se quieren dedicar a la investigación, en donde puedan dejar a sus hijos y se les permita lograr un mejor desarrollo profesional.

Solicitó que se reflexione a fondo acerca de la ampliación de los tiempos para la integración de una investigación, ante la doble jornada laboral -en casa y oficina- de este género y los problemas que tienen que sortear; por lo que sugirió la realización de trabajos colectivos.

“Solo así podremos ser integradas; con un trabajo que enriquece y contribuye, desde otra perspectiva, a la investigación”.

“Nuestro trabajo es una forma de vida, sin horarios, que en términos de familia no lo permite”; pues, en momentos de la vida, reveló, “hasta hemos llegado a analizar si se tendrá familia o no para poder desempeñar nuestra función”.

Los investigadores podríamos hacer más, pero no hay recursos, reveló.

A propósito del premio, comentó, “es de gran satisfacción, porque hay un reconocimiento de lo que uno está haciendo; hay reconocimiento del trabajo de investigación que además de ser de tiempo completo, es realmente poco remunerado”.

Pero aclaró que el reconocimiento otorgado es resultado de un trabajo colectivo con dos profesores más: Germán Sánchez y Guillermo Campo.

A nombre de sus compañeras, confesó que el camino para las investigadoras no está exento de dificultades, pues, “no hay apoyo a la investigación, los recursos son mínimos y los salarios, bajos”.

“En Puebla existe una gran desigualdad referente al genero; si hacemos un comparativo con otras entidades, nos daremos cuenta que hay más mujeres dedicadas a la investigación y con mayores recursos”.

En ese sentido, aseguró que “los investigadores podríamos hacer más en Puebla, siempre y cuando hubiera más apoyo por parte del Estado y la Federación”, por lo que demandó a las autoridades encargadas mayor respaldo para el desarrollo de este sector.

“Se ha masculinizado la industria del vestido”

En el tema de la insdustria del vestido en Puebla, uno en el que es especilista Martínez de Ita, comentó que a fines de la década de los 90 la industria en el estado mostró un gran dinamismo; sin embargo, para principios de este nuevo siglo se desplomó, perdiendo la importancia que tenia en años pasados.

Como particularidad, señaló que mientras en otras entidades federativas el 90 por ciento de los trabajadores es de sexo femenino, en Puebla ese porcentaje es cercano al 60 por ciento, es decir, con un mayor número de varones.

Ante la falta de empleos e incapacidad del desarrollo de otras industrias, “se ha masculinizado la industria del vestido en Puebla, debido a que el mayor porcentaje de los trabajadores son hombres y no mujeres”, lo que da cuenta de la gran necesidad que existe en la entidad.

Este sector fabril, agregó, está caracterizado por su precariedad, los bajos salarios y sus condiciones deplorables; además de la existencia de familias que realizan trabajos en sus domicilios particulares, con el agravante de no tener seguridad social como lo establece la ley laboral.

También, reveló que la mano de obra femenina es menospreciada, si se compara con la de los hombres, pues los trabajos más calificados son asignados a los varones. “Esto se debe –añadió– a una cuestión cultural y laboral, muy a pesar de que las mujeres son más diestras para la industria textil”.

En 2005, Martínez de Ita obtuvo de la Secretaría de Trabajo y Prevención Social el Premio Nacional de Investigación Laboral, por exponer las deplorables condiciones sociales de las trabajadoras de la industria del vestido en Puebla.

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