Las obras de la China Poblana, un privilegio de los autos sobre el peatón: González

Javier Puga Martínez

A dos días de iniciados los trabajos para eliminar la rotonda de la China Poblana, existe incertidumbre y escepticismo por parte de vecinos y comerciantes, los cuales, afirmaron, desconocen las labores que se harán en la zona porque el personal del ayuntamiento de Puebla “no tuvo la amabilidad” de acercarse y explicar en qué consisten; por lo tanto, no pudieron tomar sus previsiones.

El secretario de la Coalición en Defensa de la China Poblana, Héctor González, consideró que el nuevo proyecto municipal es una muestra que el gobierno de Enrique Doger Guerrero privilegia el uso de los automóviles sobre los peatones, ya que en la planeación de la obra no fueron considerados pasos peatonales ni puentes. En tanto, algunos comerciantes calcularon pérdidas del 30 por ciento en sus ventas, luego de que la calle 7 Norte, entre el bulevar 5 de Mayo y la 42 Poniente, fue cerrada.

“Están haciendo un trabajo que no era necesario, porque el asfalto estaba bien. No nos oponemos, pero nadie se acercó a nosotros para explicarnos qué van a hacer y por cuanto tiempo. De ayer para hoy nuestras ventas se vinieron abajo en un 30 por ciento, porque la gente no quiere venir, las obras les impiden el paso”, dijo Myriam Robles, propietaria de un minisuper, quien relató que algunos vecinos se quejaron de que sus autos se quedaron encerrados en las cocheras de su propia casa y sin recibir ayuda alguna por parte de los ingenieros de la obra, por lo que ya comienzan a organizarse para protestar ante las autoridades.

Durante los próximos nueve meses, el ayuntamiento de Puebla invertirá 16.2 millones de pesos para eliminar la glorieta de la China Poblana mediante el recorte de las áreas verdes y permitir la circulación continúa a la Diagonal Defensores de la República. La circulación hacia el bulevar 5 de Mayo se hará por calles laterales contiguas que ya están siendo reparadas, como es el caso de la 7 Norte.

Héctor González apuntó que dialogaron con el ex secretario de Administración Urbana, Jorge Morgado, en noviembre de 2005, quien se comprometió a terminar las obras en tres meses, “pero a este nuevo secretario ni lo conocemos”. Anticipó que los vecinos y comerciantes no permitirán que la obra se prolongue más tiempo, pues sus comercios, algunos con más de 25 años de servicio, saldrán severamente perjudicados.

El presidente municipal Enrique Doger apuntó que la obra se hará en el menor tiempo posible “con la menor afectación tanto a usuarios, automovilistas como a comercios, pero es necesaria. La solución que se planteó es de acuerdo a estudios técnicos del Colegio de Arquitectos, de ingenieros y de universidades, y no sólo se va a preservar la fuente de la China Poblana, será mejorada, y la circulación será más fluida”.