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Puebla > Estado
miércoles 28 de febrero de 2007

ECONOMÍA A RETAZOS


Motivos del retiro de la Planilla de Unidad de las elecciones en el Colegio de Economistas

Los integrantes de la Planilla Economistas de Unidad, formada para contender en la renovación del Consejo Directivo del Colegio de Economistas del Estado de Puebla A. C., nos enviaron una carta de la que extraemos los motivos por los cuales decidieron retirarse del proceso electoral que debió realizarse el pasado lunes 26 de febrero.

“A LOS MIEMBROS DEL COLEGIO DE ECONOMISTAS DEL ESTADO DE PUEBLA, A. C.

“Los integrantes de la planilla Economistas de Unidad, (al registrarnos con el propósito de participar en la renovación de los órganos directivos de nuestro colegio) sabíamos que no era fácil reorientar las actividades de un colegio que venia operando como partido político y en donde sólo unos cuantos decidían sobre su devenir, con intereses personales distintos a los del gremio y con una tradición histórica de muchos años de operar sobre la base de las polémicas planillas de unidad y los supuestos “acuerdos no escritos”, que daban prerrogativas para ocupar el cargo de presidente del colegio, sin mediar trabajo ni propuesta hacia el gremio.

“(En el proceso), identificamos y denunciamos ante los órganos de competencia estatutaria graves irregularidades e integramos un expediente completo con toda la argumentación respecto las violaciones al estatuto en vigor y las faltas graves que no sólo ponen en entredicho el proceso electoral, sino que además, de acuerdo al propio estatuto lo nulifican, siendo necesario reestablecer el Consejo Estatal Directivo actual y emitir nuevamente la Convocatoria conforme las disposiciones estatutarias. El expediente obra en la Comisión Electoral y lo ponemos a disposición de los miembros del colegio. Sus principales puntos son:

“a) El Consejo Estatal Directivo no realizó el trabajo establecido en el estatuto respecto la validación del padrón de miembros del Colegio de Economistas, coincidiendo quienes han revisado el padrón, que aparecen integrantes ajenos al gremio y están ausentes quienes siendo economistas titulados y participantes en el más reciente proceso electoral para la renovación del Consejo Directivo del Colegio Nacional, con lo que de origen el proceso se encuentra viciado en términos del estatuto.

“b) Aunque este punto pudo haberse regularizado en la semana “consagrada a su revisión” según lo estipula la convocatoria, del 9 al 16 de febrero, las peticiones que conocimos presentaron algunos integrantes del colegio fueron rechazadas sin sustento por la gerencia del colegio, quien además no cuenta con facultades para realizar esta actividad. Bajo este escenario el padrón fue objeto de manipulaciones y hoy no es un instrumento confiable, incluyendo la denuncia de 31 colegas simpatizantes de nuestra planilla que desaparecieron del padrón, incluida nuestra candidata a la secretaría general.

“c) La utilización indebida de la estructura del Colegio de Economistas en favor de la promoción de la planilla encabezada por el Maestro Honorio Ojeda Lara y el uso de convocatorias a actos a nombre del Colegio de Economistas que terminaron en actos proselitistas en favor de ese mismo candidato.

“d) La presión ejercida sobre algunos compañeros y compañeras economistas para que nos retiraran la firma de apoyo, bajo el argumento de que estábamos fuera del “acuerdo no escrito” que otorga la presidencia del colegio para el grupo político de una Institución.

“e) La violación flagrante a los estatutos relacionados a la emisión de la convocatoria y a las atribuciones y funciones de la Comisión Electoral, especialmente a la validación que se nos informa realizó la Comisión Electoral al Padrón, cuando ésta es una atribución del Consejo Estatal Directivo, con las consecuentes afectaciones comentadas en el aparto a) y, además la aceptación de la Comisión Electoral que si bien existen estas faltas, éstas no se consideran graves.

“f) El incumplimiento de la Comisión Electoral quien a pesar de haber transcurrido cinco días del registro de planillas no cumplió con la condición estatutaria de emitir constancia de aceptación o rechazo de las planillas, por lo que no queda claro si las planillas que se registraron cumplieron con las condiciones estatutarias y las establecidas en la convocatoria respectiva, generando incertidumbre sobre quiénes realmente están participando en el proceso.

“g) La negativa escrita por parte de la Comisión Electoral, de atender la petición de evidencia de cumplimiento de los requisitos estatutarios por parte de la planilla encabezada por el maestro Honorio Ojeda, argumentando que no estaba obligada para ello, atentando contra los principios estatutarios que le condicionan a trabajar en un marco de transparencia y legalidad.

“Estas y otras razones nos hacen suponer que el proceso electoral iniciado el 19 de febrero con el registro de planillas se encuentra viciado de origen, por lo que anunciamos a la Comisión Electoral el 22 de febrero de 2007 nuestro retiro de la mesa en tanto no se resolvían las irregularidades del proceso y en virtud de no atender nuestro legitimo reclamo, el 23 de febrero anunciamos nuestro retiro definitivo del proceso electoral, apelando a los principios estatutarios para que la Comisión Electoral nulifique el proceso y convoque a un nuevo proceso conforme lo señala el mismo ordenamiento estatutario”.

La danza de los viejitos

Miguel Ángel Burgos Gómez

El viernes 23 de los “corrientes”, el Suntuap, sindicato que la autoridad universitaria no reconoce como tal, realizó una consulta abierta sobre la aceptación o no de los acuerdos firmados por los sindicatos que esa autoridad si reconoce. En particular los que se refieren a la modificación del régimen de pensiones y jubilaciones.

Cuando unos días antes vi una declaración oficial que decía que esos acuerdos eran dolorosos, pero necesarios, comprendí para quienes eran necesarios y a quienes nos tocaba lo ‘doloroso’. Desconozco como me afectará ese nuevo régimen, pues los pormenores serán decididos por una comisión. Es decir, por un mecanismo discrecional que manejará la forma en que serán tratados aquellos que aún no cumplen 25 años de antigüedad.

Como a mi ninguna autoridad universitaria, ni ninguna instancia sindical me preguntó nada antes de firmar esos acuerdos, ese día fui y opiné con los únicos que me estaban preguntando algo al respecto. También le firme un documento a un colega. Porque no estoy de acuerdo con algo que me parece anticonstitucional. No soy jurista, ni abogado, ni investigador de la Facultad de Derecho, pero el primer párrafo del artículo 14 de la Constitución de nuestro país dice: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna”. Si esto se cumple, a nadie que haya sido contratado antes del 15 de febrero de 2007 se le puede privar del derecho de jubilarse si ya cumplió o cuando cumpla, en un futuro cercano o lejano, los 25 años de labores. Así lo establece el contrato vigente hasta ese día.

Si la interpretación que se hace es la de que sólo quien ha cumplido ya 25 años tiene el derecho adquirido, entonces no tiene ningún sentido firmar acuerdo alguno al respecto, pues desaparece todo punto de referencia: si hoy se aumenta a 30 o a 35 años de labores el requisito de jubilación a quienes ya lo tienen fijado para los 25, mañana pueden ser 40, 45 o 50 o hasta morir. Es como si supieras la hora de entrada a la jornada de trabajo pero no supieras la hora de salida y a cada minuto te la fueran posponiendo. No soy ingenuo, la Constitución se viola a menudo en muchos renglones y lugares.

Pero si en una Universidad se violan las reglas de la retroactividad de la ley, entonces desaparecerá todo vestigio de eso que quienes gobiernan, muy preocupados, llaman Estado de Derecho. No habrá límite para ellos ni protección alguna para nadie. Pero hay otro camino: se puede, respetando esa ley, negociar abiertamente, en primera instancia, con quienes podrían jubilarse en los próximos cinco años y estoy seguro que la mayoría está dispuesta a trabajar más allá de los 25 años. Muchos lo están haciendo ahora. Otros, jubilados ya, hasta quieren regresar a trabajar sin cobrar extra. He escuchado muchas propuestas, creativas, propositivas, serias y con la camiseta de la UAP puesta, con tal de amortiguar las dificultades financieras de la Institución. Pero también escuché a un colega profesor, pararse frente a una urna de la consulta del viernes pasado y decir a sus compañeros, palabras mas, palabras menos: “Nomás les digo que esa lista de los que están participando en esto va a llegar a las autoridades y uno por uno van a tener su reprimenda, no digan que no se los advertí.”. No sé si lo dijo de buena fe. Yo deseo que el caso se reconsidere y la tolerancia y el artículo 14 prevalezcan.

A la autoridad le conviene dialogar con el “senado universitario”, es decir, con los “viejitos”, pues corre el rumor de que saben más que el mismísimo diablo. No olvidar el papel que esta universidad ha jugado como interlocutor, amortiguador o catalizador de conflictos sociales en la historia de Puebla. Por el bien de todos, el momento amerita recordar esas lecciones.

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