EDITORIAL

LAXAS, LAS REGLAS ELECTORALES

Aunque algunos actores políticos han aplaudido que por primera vez se regulen las precampañas, no se puede considerar que éste sea un avance.

Desde hace varios años los procesos electorales locales y federales han estado sujetos a normas que regulan topes de gastos de campaña, periodos para hacer proselitismo y tipos de propaganda que se puede hacer, pero al final las fuerzas políticas que compiten acaban violando las reglas y haciendo lo que quieren. Ello como resultado de que las sanciones se pagan con los mismos fondos públicos que reciben de prerrogativas y los castigos son mínimos.

En Puebla no se están estableciendo sanciones severas y la legislación que regula las precampañas sigue teniendo problemas de interpretación, lo cual hace suponer que de nueva cuenta los partidos, así como los candidatos y dirigentes políticos, competirán por el poder sin ceñirse a las normas.

Mientras siga este círculo vicioso de poner nuevas reglas que no se acaban cumpliendo, la joven democracia mexicana seguirá sufriendo un deterioro que se refleja en el aumento de la falta de credibilidad de la población hacia sus instituciones públicas.