"Periodismo regional a la medida de su tiempo"

EnviarEnviar ImprimirImprimir

Puebla > Educación
lunes 29 de enero de 2007

MAESTROS

De trampas y otras justificaciones

Gustavo Santin

La publicación de los resultados obtenidos por los alumnos que presentaron la “Evaluación Nacional de Logro Académico de los Centros Escolares (ENLACE)”, ordenada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal y aplicada por la Secretaría de Educación Pública en el Estado (SEPE) en los primeros días del mes de junio de 2006, a estudiantes que cursaban entre tercero y sexto de primaria y tercero de secundaria del ciclo escolar 20052006 en las 32 entidades de la República Mexicana, generó entre actores del quehacer educativo una serie de comentarios y expectativas que van desde la irritación y el nerviosismo hasta sonrisas jocosas y burlas despiadadas.
Que si es una prueba ligada al ejercicio truculento del Elba Esther Gordillo Morales y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que si carece de valides por no haber sido aplicada con rigor metodológico y sin la presencia de evaluadores externos, que como si sucedía anteriormente con la aplicación de los exámenes de admisión, requisito para ingresar a las secundarias técnicas y generales, profesores de grupo prestaban la prueba para garantizar el ingreso de algunos interesados y/o mejorar los resultados, que si las escuelas no sabían del alcance y no le dieron la importancia que merecía un ejercicio evaluatorio ligado “a no se sabe que propósitos institucionales”, que no refleja la situación real de las instituciones –públicas y privadas– porque no considera rubros propios para el desarrollo de una educación vinculada a una vida con calidad propuesta, que si como sucede con otras participaciones muchos trabajadores de la educación prepararon con anticipación a sus alumnos para presentar esta evaluación, que alumnos de grupos superiores fueron prestados por profesores y profesoras de grupo para presentar la prueba y posicionarse en una mejor situación, que si la evaluación debería anularse porque alumnos participante copiaron sin discreción alguna contando para ello con la complicidad y la complacencia de los responsables de grupo y más comentarios provenientes de quienes tienen o han tenido responsabilidad frente a un grupo.
Muchos de los comentarios que se transmiten de boca en boca buscan justificar resultados adversos obtenidos por los estudiantes recurriendo al garlito que descalifica la aplicación de la prueba y, sin embargo, los beneficios que la sociedad puede obtener mediante la aplicación de estos instrumentos podrían ser de utilidad pública, si y siempre si, quienes tienen la responsabilidad de diseñar y aplicar políticas públicas consideran los resultados arrojados para modificar planes y programas en consonancia con los objetivos que en su momento fuesen planteados y la evaluación se convierta en el punto de partida que diseñe los mecanismos para que mejore la calidad de la educación que se imparte en los planteles escolares.
En tanto esto sucede, la forma utilizada para dar a conocer los resultados obtenidos por los niños, niñas y jóvenes que participaron en la prueba permite a quienes trabajan con ellos y a los padres de familia, tomar las medidas correctivas, colectivas e individuales necesarias para cubrir las deficiencias mostradas en las áreas evaluadas –español y matemáticas– y transitar de un estadio inferior a uno superior. Estamos a tiempo y la evaluación pública de lo realizado nos permite corregir el rumbo y no tener que recurrir para mejorar nuestros resultados, a trampas y justificaciones fáciles.
EnviarEnviar ImprimirImprimir