EDITORIAL

RETROCESO, EL ACUERDO PARA ESTABILIZAR EL PRECIO DE LA TORTILLA

El presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, firmó el acuerdo para estabilizar el precio de la tortilla; con ello, se dice en el documento oficial, se busca proteger los ingresos de las familias y, sobre todo, garantizar que la economía mexicana “continoe con su buena marcha”.

El contenido de este acuerdo no representa ningún avance, es engañoso y no ataca el problema de fondo. En primer lugar, resulta absurdo que se diga que se está estabilizando el precio de este producto, ya que con el convenio de ayer el kilogramo de dicho alimento se establece en 8.50 pesos, cuando en diciembre de 2006 era de 5 pesos. Lo que en realidad se está haciendo es oficializar el alza del precio de este componente de la dieta básica de los mexicanos y ello va seguir dañando la economía de la población más pobre.

En segundo lugar, no se ataca el problema de fondo que es la existencia de acaparadores de maíz. Por el contrario, este jueves estuvieron en Los Pinos –como parte del acuerdo– los principales representantes de cadenas de tiendas departamentales y productoras de alimentos derivados del maíz, quienes son los que han contribuido a provocar el conflicto de escasez del grano que generó el incremento al precio de la tortilla; además, el gobierno federal ha evadido discutir las condiciones del Tratado de Libre Comercio que permite la apertura total de la importación de granos en 2008. Antes de eso es necesario analizar cómo es posible que, si existe en México suficiente maíz, se tenga que comprar dicha materia prima a Estados Unidos o se fomente el cultivo de maíz transgénico.