CUITLATLAN

¿Y los cambios en el gabinete?

Fermín Alejandro García

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Pese a que es investigado por la PGR y se evidenció que hacía espionaje ilegal contra el Frente Cívico Poblano cuando el Lydiagate estaba en una de sus partes más álgidas, pesó más en la burbuja marinista la rebeldía de Soto Fernández, quien se negó a renunciar, tal como se lo pidieron.

Dicen que se le va a permitir seguir en el cargo siempre y cuando no se meta en un nuevo conflicto, algo que se antoja difícil.

Se dice que varios de los cambios que habrá en el gabinete se decidirán de acuerdo con los criterios que establezca el secretario de Gobernación, Javier López Zavala; por ejemplo, se sabe que está impulsando que llegue a la Secretaría de Desarrollo Económico el empresario Alfredo Rivera Espinosa, en sustitución de Gerardo Fernández Sánchez, quien ha producido nulos resultados al frente de dicha dependencia.

Cuando Rivera Espinosa fue secretario de Fomento Económico, Turismo y Empleo del ayuntamiento de la capital, se entendió que era una posición de la burbuja marinista dentro del gobierno del edil Enrique Doger, y que estaría a la espera de ser recompensado luego de que fue removido de la administración municipal.

Quienes a pesar de que buscaron remar contra corriente para mejorar su imagen, pero parece que ni ello los salvará de ser removidos son:

Roberto Morales Flores, el secretario de Salud, de quien verbalmente se ha dicho que es inocente de las supuestas anomalías que se denunciaron con compras de medicamentos, equipamiento y mantenimiento de centros de salud y hospitales, pero hasta la fecha no se ha dado a conocer un dictamen por escrito de la Sedecap que demuestre que el titular de la dependencia no tuvo que ver con esos problemas.

Otros que parecen no tener salvación son José Bretón Ávalos y Alejandro Montiel, quienes siguen pasando desapercibidos en el gabinete al frente de las secretarías de Turismo y Cultura, respectivamente.

Un cambio más que se hace imprescindible es el de la procuradora de Justicia, Blanca Laura Villeda Martínez, quien ya demostró ser conflictiva e ineficaz, pero al parecer su posible sustitución continuará condicionada al desenlace de la investigación que lleva acabo la Suprema Corte de Justicia por la detención indebida de la periodista Lydia Cacho.

Éstos son los cinco cambios que han sido largamente esperados, que existen muchas posibilidades que se produzcan y que por salud del actual gobierno estatal, pero sobre todo por el bien de la ciudadanía del estado, son fundamentales que se lleven acabo.

A la anterior lista se debe sumar la posibilidad de que ya no dure mucho el titular de la SEP, Darío Carmona García.

Su permanencia en el gabinete parece depender de dos factores:

Por un lado, la presión que está haciendo el SNTE que tiene toda la intención de exigir la cabeza del titular de la SEP.

Luego de la experiencia de lo ocurrido en Oaxaca, se comenta que hoy más que nunca los gobernadores tienen miedo de enfrentar problemas con la dueña del sindicato magisterial, Elba Esther Gordillo Morales; y entonces esa condición podría ser determinante para que la organización gremial logre su cometido de sustituir a Carmona García.

Otro factor que sería a mediano plazo es que si Darío Carmona no logra poner orden y dar cohesión al equipo que trabaja con él en la SEP, podría salir del gabinete. La salida digna que se le daría es una candidatura a diputado local.

Un comentario generalizado que existe entre maestros que laboran en la SEP y en el SNTE es que no habría dificultades para encontrar al sustituto de Carmona, ya que, quien se perfilaría a ocupar ese puesto es Rocío Moreno, la subsecretaria de Educación Superior, quien está en ese cargo por un nombramiento directo del gobernador Mario Marín Torres.

Aunque el SNTE lo que quiere es tener a un secretario de Educación que salga de sus filas, y en ese sentido no cuadraría la posibilidad de que Rocío Moreno fuera la próxima titular de la SEP.

Si Javier López Zavala será quien determine muchas de las posiciones que deben ser cambiadas en el gabinete, es obvio que él no dejará la Secretaría de Gobernación en el mediano plazo. Parece que sus aspiraciones de ocupar un puesto de elección popular serán un proyecto que se concretaría hasta los comicios federales de 2009 o de plano se esperará hasta 2010.

Y para que se haga realidad alguna de esas posibilidades se necesitará que Zavala sea respaldado por un gabinete fuerte.