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Puebla > Estado
martes 12 de diciembre de 2006

Grupos gay de Atlixco piden seriedad a legisladores para abordar la propuesta de ley de convivencia

Miguel Ángel Domínguez Ríos

Atlixco– Grupos gay en la ciudad manifestaron “entusiasmo” por la propuesta de ley sobre Sociedades de Convivencia emitida la pasada semana en el Congreso local por integrantes del PRD.

A través de un breve comunicado, pidieron a las legisladoras y legisladores de todos los partidos políticos representados en la Cámara “abordar el asunto con verdadero interés y lejos de los prejuicios emocionales, ideológicos y de creencias”. Sin embargo, mostraron cierta desconfianza debido a la primera impresión obtenida de los miembros del PRI y sobre todo del PAN sobre el tema”.

El PRD presentó ante el pleno local una iniciativa en donde pretenden reconocer derechos mínimos de tutela, sucesión, alimentación y arrendamiento a compañeros permanentes del mismo sexo. La proposición fue criticada por diputadas del PRI y el PAN, para quienes el modelo de familia “es uno” y no puede haber otro, y en consecuencia solicitaron carpetazo a ese asunto.

Frente a ese panorama, el perredista Rodolfo Huerta señaló: “Estamos en el terreno de la defensa de los derechos de las personas físicas de diferente o del mismo sexo. Queremos reconocer a aquellos adultos quienes decidan integrarse en un hogar común y derivar compromisos recíprocos”.

Aquí sí hay

Este mundo gay en Atlixco tiene historias, clases sociales, discriminación, dinero, y “personas maravillosas”. Algunos, tras superar los exorcismos personales, caminan en la calle, asisten a antros, fiestas y tienen el privilegio de llevar una vida normal, lejos de los prejuicios sociales.

Otros, asegura “Shakira”, prefieren seguir viviendo una doble vida. Una bajo el respeto de los estereotipos convencionales de las buenas costumbres. Y otra con el desgarro de las pasiones naturales del cuerpo.

–¿Son muchos gay en Atlixco?

–En Atlixco, y no sería algo raro, existen todavía muchos gays de closet y prefieren ocultarse, responde con franqueza.

Intenta convencerse una vez más: “Soy una mujer común y corriente, a pesar de tener figura de hombre en constante evolución”. Trabaja en una estética del primer cuadro de la ciudad. Frente a la entrevista, primero la desconfianza. Después, la necesidad de contar cosas.

“Muchos continúan llamándonos maricones, pero es por envidia, porque siempre andamos arregladas, cuidamos nuestro aspecto y complexión. Pero luego de algún tiempo, mucha gente ya comenzó a aceptarnos.”, asegura durante una larga entrevista.

Cuenta una anécdota: “Ocurrió en un bar donde el dueño mandó a pedirnos disculpas por no dejarnos entrar una noche con dos argumentos fuera de la realidad: porque era muy tarde y además llevábamos minifalda y posiblemente alguien pudiera faltarnos el respeto”.

“Ana Bárbara y Shakira” son dos amigas inseparables. Ambas católicas. Una de ellas asistió a temprana edad a una escuela de monjas. No tiene problema con la religión. Acude a misa a San Francisco vestida de forma normal. Tenía una amistad con una monja y platicaba abiertamente del tema. “En una ocasión un padre de San Francisco logró acercarse para dialogar.

“Shakira” reconoce: “En ocasiones siento la inquietud de platicar con algún sacerdote porque de pequeña considerada como un castigo el tipo de preferencia sexual. Incluso pensé mejor estar muerta. Con el paso de los años entendí, no era así”.

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