Periodistas poblanos se unen a la protesta contra la violencia

Martín Hernández Alcántara

Reporteros, fotoperiodistas, jefes de información y otros colegas poblanos se unieron ayer al mediodía a la Protesta Nacional Contra la Violencia a Periodistas y por la Plena Libertad de Expresión en México, promovido por el Centro de Periodismo y Ética Pública. El acto se celebró en el zócalo de la Angelópolis y posteriormente entregaron un manifiesto a los tres poderes del Estado.

El documento, titulado Declaración Contra la Violencia a Periodistas y por la Plena Libertad de Expresión en México 2006, registra una decena de demandas:

1. Demandamos que se otorguen garantías a la libertad de expresión y castigo ejemplar para los crímenes y agresiones contra periodistas para que no sea la impunidad la que aliente nuevos crímenes.

2. Exigimos que las investigaciones que determinan las causas del asesinato se conduzcan de manera profesional e imparcial y con rigor se investigue si las causas están vinculadas a la labor periodística de la víctima.

3. Condenamos toda forma de censura, sea explícita o sobreentendida, sea de carácter político o partidista, criminal, corporativa, de grupos civiles o individuos. Denunciamos que la publicidad sigue siendo utilizada por los funcionarios públicos de manera discrecional para castigar a los medios de comunicación que no son afines a sus decisiones.

4. Exigimos que la difamación no sea sancionada penalmente sino por la vía civil, en consonancia con la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que establece que la reputación debe estar protegida por las leyes civiles. Condenamos como violatorias de la libertad de expresión, las leyes que endurecen las sanciones por estos delitos y que son utilizadas como forma de intimidación.

5. Demandamos que se acaten las leyes que protegen el secreto profesional del periodista y cesen los requerimientos judiciales para que los periodistas revelen sus fuentes, lo cual pone en riesgo la vida no sólo de los comunicadores, sino también de sus fuentes de información.

6. Exhortamos a los gobiernos estatales a que adopten los criterios mínimos de acceso a la información para que no quede al arbitrio de grupos de poder qué información es pública y cuál no.

7. Los periodistas mexicanos reconocemos que la corrupción que ha asolado al país por décadas se encuentra también en el medio periodístico y que sería incongruente demandar castigo a las agresiones contra periodistas sin aceptar el mismo rigor contra los periodistas que violen la ley.

8. Reprobamos las conductas de periodistas que, abusando de su posición, obtienen beneficios ilegítimos y actúan de manera dolosa en el manejo de la información, aun cuando no existan leyes que sancionen esas conductas, entre otros puntos.