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Puebla > Estado
lunes 11 de diciembre de 2006

Reportan 4 ediles de la zona de Valsequillo que también desconocen el proyecto de rescate

(Javier Puga)

Aun cuando sus territorios serán los principales afectados por el programa de rescate integral de la presa de Valsequillo, los ediles auxiliares de San Baltasar Tetela, Guadalupe Tecola, San Andrés Azumiatla, San Pedro Zacachimalpa, entre otros, todos ellos pertenecientes al municipio de Puebla, desconocen en qué consiste el megaproyecto con el que la administración de Mario Marín pretende sanear el cuerpo de agua y convertir a esta desolada zona en uno de los centros turísticos más importantes del país.


Para los habitantes de los pueblos y comunidades que habitan alrededor del lago de Valsequillo, el fétido olor y la contaminación del agua no son el problema más grave de vivir junto a una presa: el problema lo representan los mosquitos que, a su decir, se han convertido en una auténtica plaga que está afectando la vida económica y social de la gente / Foto: Rafael García Otero

Algunos de los ediles auxiliares coincidieron en señalar que la única información concreta que han recibido hasta ahora sobre el rescate es que en el corto y mediano plazo no será limpiado ni fumigado el lirio que se extiende por la mayor parte de la presa y que está generando una plaga de moscos que daña a la población en su vida económica y social.

La plaga de mosquitos, como la calificaron, es el problema más urgente que deben atender las autoridades del estado, porque es producto de la contaminación del agua de Valsequillo, apuntaron las autoridades locales. Hace un mes, relataron, solicitaron por escrito al gobierno estatal la fumigación del lirio a fin de acabar con los mosquitos, pero su petición no encontró eco en la administración marinista, ya que se deslindó del problema y la remitió a la Comisión Nacional del Agua, donde finalmente se les informó que esa dependencia federal no hace ningún tipo de control de plagas.

La causa unió a los ediles auxiliares de San Baltasar Tetela, Pedro Antonio Vargas Salazar; de Santa María Guadalupe Tecola, Pedro Ramírez Quero; de San Andrés Azumiatla, Isaías Escalona Merin, y de San Pedro Zacachimalpa, Fortino Téllez Jiménez; además, a los inspectores de Los Ángeles Tetela, Gordiano Gutiérrez Merino, y de las también inspectorías municipales de Buenavista, El Rincón y La Libertad. Algunos de ellos anticipan que ya analizan otros mecanismos para que se les haga caso pronto.

Pedro Antonio Vargas, edil subalterno de San Baltasar Tetela, comentó a La Jornada de Oriente que conoce “muy poco” del programa de rescate del lago. Fue hasta hace dos meses atrás, dijo, que se presentaron unos ingenieros para verificar las salidas de agua que tiene San Baltasar Tetela hacia la presa, con el objetivo de instalar plantas tratadoras de agua contaminada, a más de un año de haber sido anunciado por el gobernador Mario Marín.

Vargas Salazar comentó que no está en contra del proyecto de rescate; por el contrario, subrayó que para él “es urgente” que los trabajos comiencen lo más pronto posible, ya Tetela “es una de las juntas auxiliares más pobres del municipio”, y el megaproyecto puede darle trabajo a la población de escasos recursos que, dijo, es la mayoría.

El edil auxiliar mencionó que la ampliación del tramo carretero que va de San Francisco Totimehuacán al zoológico Áfricam Safari es parte del programa de rescate, pero lamentó que no se haya dejado de lado el ramal que conduce a San Baltasar Tetela para rehabilitarlo y repararlo, ya que está en mal estado y en 64 años no ha recibido mayor reparación.

Recordó que esa carretera no fue construida ni por el gobierno estatal ni por el ayuntamiento de Puebla, sino que fue producto de las imndemizaciones que el comisariado ejidal obtuvo en 1943, cuando fue construida la presa Manuel Ávila Camacho, dinero que alcanzó para la carretera, la electrificación de los pueblos de San Baltasar, Buenavista y Los Ángeles, y para comprar tractores.

En Guadalupe Tecola, Los Ángeles Tetela y el resto de las juntas auxiliares e inspectorías, se repite el mismo caso: las autoridades de estos lugares aseguraron que no tienen ningún tipo de información concreta sobre el proyecto de rescate de Valsequillo, y sólo conocen lo que han escuchado o visto en la prensa, y de lo que se llegan a enterar por medio de los pobladores que traen noticias de Puebla.

Los mosquitos, el azote de Valsequillo

Para los habitantes de los pueblos y comunidades que habitan alrededor del lago de Valsequillo, el fétido olor y la contaminación del agua no son el problema más grave de vivir junto a una presa que ya superó su vida útil, estimada en 50 años. El problema lo representan los mosquitos que, a su decir, se han convertido en una auténtica plaga que está afectando la vida económica y social de la gente.

El presidente municipal de Tetela, Pedro Vargas, señaló que la población de escasos recursos deja de comprar sus alimentos, entre otras cosas, y destina más dinero para comprar “raidolitos” e insecticidas. Quien tiene más dinero para espantar a los moscos duerme mejor en la noche, dice.

En Guadalupe Tecola no hay quien no hable de los moscos, y la llegada de “alguien de Puebla” alimenta la esperanza, al parecer cada vez más lejana, de que sea un ingeniero que les anuncie que la presa será limpiada de lirio acuático en los próximos días.

En Tecola, además del gasto en insecticidas, la gente dejó de salir a platicar por las tardes y convivir entre ellos, porque nadie aguanta la picazón de los moscos. “Nada más te descuidas y te comen vivo. Por ello todos preferimos encerrarnos en nuestras casas, porque ahí por lo menos los ves y los matas, pero en la calle no”, refiere el comandante de la Policía de esta junta auxiliar del municipio de Puebla.

El edil subalterno de esta demarcación, Pedro Ramírez, indicó que junto con las autoridades de los demás pueblos se han unido para solicitar al gobierno del estado que se limpie el lirio acuático lo más pronto posible, sin que a la fecha exista una respuesta. “El problema llega a tal grado que ni los animales quieren pastar cerca del lago, porque a ellos también los pican los moscos y se van de ahí. La gente tiene que gastar más en alimento para su ganado”.

En Los Ángeles Tetela estos problemas se suman y se agrega uno más: la falta de agua potable. El inspector de este lugar, Gordiano Gutiérrez Merino, comenta que esta demarcación carece del líquido, y es cada 15 días cuando se dota a la población de ese servicio. Pero en ese lapso de tiempo la gente tiene necesidad de ir a lavar a los riachuelos circundantes o a la propia presa. Las personas que recurren a esto también tienen que soportar la contaminación del agua, el mal olor y los moscos.

“No son un problema, todavía”

Maria Teresa Cadena Zarate es médico operativo en el centro de salud de San Andrés Azumiatla, que pertenece a la Secretaría de Salud del gobierno del estado de Puebla. Junto con la promotora de Salud Alejandra Ríos recorre algunas comunidades aledañas a Azumiatla donde ponen en marcha diversos programas de prevención y control de enfermedades de la dependencia estatal.

Aun cuando informaron que el próximo 20 de diciembre en Guadalupe Tecola levantarán una “bandera blanca” como “comunidad 100 por ciento saludable”, dicen que los mosquitos no son un problema de salud que pudiera convertirse en grave. “No todavía”.

Para ellas, los moscos provocan picaduras leves, “que no causan mayor problema”; sin embargo, reconocieron que en el futuro podría agravarse esta situación debido a la alta contaminación del lago.

“Es probable que los mosquitos sí transmitan alguna enfermedad por producto del agua contaminada de Valsequillo (sic). Se ha registrado en libros y revistas que sí se pueden transmitir enfermedades, pero hasta ahora nosotras no hemos registrado ningún problema de salud por picadura de los insectos. Tenemos mayor problema por alacranes, pero no dudamos que en el futuro sí puedan convertirse en uno si no se limpia la laguna de fondo, porque se necesita sacar el lirio, pero de raíz, porque si lo hacen hoy, al medio año va a estar igual”, comentó Cadena.

La especialista dijo que los habitantes de ese lugar padecen más el frío y enferman de las vías respiratorias con mayor frecuencia cuando el lirio acuático es limpiado de Valsequillo, “pero dicen que prefieren tener frío a seguir aguantando a los moscos”. Apuntó que en la zona de Azumiatla, que es su área de trabajo, no ha detectado ningún problema con los insectos que no sean los piquetes y las ronchas que dejan.

Sin embargo, en San Baltasar Tetela el edil auxiliar Pedro Vargas comentó que son las poblaciones infantil y de la tercera edad las más afectados por los moscos. Se le preguntó a la directora del preescolar de la inspectoría de Buenavista, ubicado a dos metros del lago de Valsequillo, su opinión al respecto, y negó que la población infantil haya presentando algún problema por los mosquitos.

Paradójicamente, la profesora de preescolar es quien ha sufrido a los insectos en carne propia: presenta en el rostro una aguda dermatitis producto de las picaduras de los mosquitos. “Los niños no han dejado de venir a la escuela por eso. Tenemos más problemas por el agua que está contaminada y por el olor insoportable del lago”, señaló la profesora, que este mes deja de impartir clases en ese lugar, ya que fue autorizado su traslado a otra escuela, lejos del agua y los moscos de la presa de Valsequillo.

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