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Puebla > Salud
viernes 17 de noviembre de 2006

Amenazas y engaños han sufrido médicos que invirtieron en la torre de Star Médica

Martín Hernández Alcántara

El conflicto entre la firma Invermédica, Star Médica y los doctores que compraron los consultorios en la torre de especialidades que ambas firmas construirían en sociedad se remonta a principios del año pasado, y ha sido un camino tortuoso, especialmente para los médicos que fueron engañados.

La Jornada de Oriente tuvo acceso a un documento, hecho por los perjudicados, en el cual se relata con precisión y detalle el largo proceso del problema. El documento se transcribe a continuación:

El 25 de noviembre de 2004 se constituye Invermédica Sociedad Anónima de Capital Variable. Sus principales accionistas son Miguel Ángel Rivera, Maurice Gendrau y Martín del Campo, representante de la franquicia Star Médica. Éste último es nombrado presidente del Consejo Administrativo. Como comisario se designa a José Eduardo Vega Sáinz de Mier. Se sabe que cada uno de los socios tiene una participación del 33.3 por ciento de capital.

Rivera y Gendrau fungen como dueños del inmueble y el terreno en el que se establecerá la torre médica. Star Médica, en su papel de inquilino, establece un contrato de arrendamiento por 15 años y una segunda prórroga por 10 años más. Pagará 500 mil pesos mensuales por la renta.

Se acuerda que para el 31 de marzo de 2006 el edificio deberá ser entregado a Star Médica.

En marzo de 2005 inicia la construcción del inmueble a cargo de Invermédica. La empresa a cargo de la obra, Pylsa. El 25 de octubre del mismo año se realiza la asamblea de Invermédica “Los poderes de la sociedad son conjuntos”.

El plazo se cumple, y el 31 de marzo de 2006 la torre de especialidades no ha sido terminada por falta de recursos. Star Médica entrega a sus socios 5 millones de pesos por el pago adelantado de 10 meses de arrendamiento. Sin embargo, los recursos suministrados no son suficientes y los trabajos se suspenden.

Según la exposición de los médicos agraviados, en esta etapa del conflicto ni Miguel Ángel Rivera ni Maurice Gendrau hacen aportaciones, pero Star Médica, a través de Martín del Campo, hace una inversión de 32 millones de pesos, de los cuales 27 son en calidad de préstamo, a la inmoviliaria Invermédica, y 5 millones del pago adelantado de arrendamiento.

El 28 de junio de 2006 Martín del Campo recibe una carta firmada por Miguel Ángel Rivera y Maurice Gendrau, en la cual dicen textualmente: “No nos encontramos obligados a hacer la entrega de la posesión del inmueble para uso de hospital”, lo cual se considera el rompimiento tácito del contrato con el inversionista dueño de la franquicia, con las consecuencias de perjuicio para los galenos que ya habían comprado consultorios.

El 29 de junio de 2006, Gendrau y Rivera expulsan a Martín del Campo de la presidencia de Invermédica. Casi a la par, ambos se apoderan de las instalaciones de la torre de especialidades de Star Médica en Puebla y le notifican a la franquicia la recisión del contrato. Es decir, “sin ser mayoría y violentando el contrato de arrendamiento en el que se establece que para cualquier cambio definitivo en la sociedad deben estar presentes el 100 por ciento de los socios, Miguel Ángel Rivera y Maurice Gendrau dan por finiquitados los tratos con la franquicia”.

Según la exposición de los galenos, después de apoderarse del inmueble, Gendrau y Rivera intentaron obligar “a la contadora (de la sociedad) a desviar 5 millones a cuenta de la renta por un año de la construcción”, pero ella les dijo que eso no era posible, “porque ya se había entregado a Star Médica la factura que ampara los 10 meses de renta”.

Entonces ambos se comunicaron con Martín del Campo, “quien propone, para terminar con las asperezas, que de los 16 millones de pesos invertidos por Rivera y Gendrau, les dará Star Médica 4 millones de dólares con la condición de que el proyecto en su totalidad sea de Star Médica”.

Rivera y Gendrau no aceptaron, según la versión de los médicos, y le exigieron a Star Médica 20 millones de dólares como compra del inmueble. Martín del Campo no aceptó.

Los galenos aclaran que lo anterior lo saben por información que les fue comunicada de manera verbal, pues no consta en ningún documento, como tampoco consta la versión de que Gendrau y Rivera le ofrecieron a Médica Sur “ la renta del inmueble en 2.5 millones de pesos mensuales. También ofrecen la venta del inmueble en 280 millones de pesos”.

Martín del Campo demandó a Rivera y Gendrau en tres juzgados federales y cuatro locales por incumplimiento de contrato. Star Médica exigió la devolución de los 27 millones de pesos como indemnización.

En septiembre pasado Rivera y Gendrau se reunieron con los médicos y les dijeron que el rompimiento con Star Médica fue motivado por el incumplimiento de la franquicia “al no entregar en junio los consultorios que habían comprometido, lo cual pondría en juego la reputación de los inversionistas poblanos”. (sic)

Agregaron que también finiquitaron el convenio “por la amenaza de que el hospital pudiera no ser lo que prometió Star Médica en cuanto a equipamiento”. Entonces pusieron como ejemplo “la unidad de hermodinamia de segunda mano que compraron para Star Médica en Mérida”.

En esa ocasión, los inversionistas poblanos aseguran que habrá un nuevo promotor de la obra cuyo nombre se conocerá a finales de septiembre.

El 18 de octubre de 2006 se verificó otra entrevista entre los galenos afectados, Rivera y Gendrau. Éstos últimos ordenaron que no se permitiera la entrada al médico Eduardo Sánchez; sus colegas se solidarizaron con él hasta que pudo participar en el cónclave.

Sin embargo, a Sánchez Carrillo “no le dan sus últimas facturas. En el elevador de Star Médica, Miguel Ángel Rivera le dice “usted está fuera del proyecto”, y Gendrau remata con una amenaza: “No se la va a acabar”. “Esto –dicen los galenos– porque le atribuyen que les ha llamado defraudadores en declaraciones a la prensa, lo cual no es cierto”.

Pese al agravio, los empresarios no ofrecieron disculpas y amagaron con llevar el litigio a tribunales, debido a que apareció en el diario una nota sobre el conflicto que, según ellos, les causó “daño moral”.

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