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Puebla > Educación
viernes 17 de noviembre de 2006

Continúan conflictos en el CIEP; solamente se reinstaló a tres de los seis consejeros dados de baja

Martha Garrido Ortega

Continúan las irregularidades en el Consejo de Investigación de Estudios de Posgrado (CIEP) de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP). Ayer se citó a los consejeros para que validaran las elecciones para renovar a este organismo colegiado; sin embargo, se dieron cuenta de que a pesar de la instrucción dada por el rector de reinstalar a los seis consejeros que fueron dados de baja, sólo la mitad de ellos recuperó su cargo.

Desde hace varias semanas hubo problemas en el CIEP porque Pedro Hugo Hernández Tejeda, Vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, dio de baja a cuatro consejeros argumentando faltas de asistencia (Alberto Cordero Dávila, del área de Naturales y Exactas; Guillermo Campos Ríos, de Ciencias Sociales y Administrativas; Jorge Antonio Yáñez Santos, de Salud; y Antonella Fagetti Spedicato, de Educación y Humanidades). Como protesta, tres consejeros presentaron su renuncia solidaria (Tatiana Prutski, Víctor Tamariz y la consejera suplente María de la Paz Elizalde).

Después de varios desencuentros, Agüera Ibáñez acordó reinstalar a todos los consejeros, cosa que no ocurrió. Los que no fueron reinstalados fueron los que presentaron la renuncia solidaria.

Por lo anterior, Antonella Fagetti, Alberto Cordero y Guillermo Campos enviaron una carta a este diario para expresar su inconformidad. Detallaron que Hernández Tejeda argumentó que no había recibido indicaciones en este sentido. Como protesta, los académicos abandonaron la reunión.

En el documento se lee lo siguiente: “Es innegable que la UAP enfrenta en este momento un conjunto de retos muy importantes en materia de investigación; a nivel externo, el cambio presidencial traza escenarios adversos para la universidad pública en su conjunto, el gobierno estatal carece de una política de apoyo y fomento a la investigación, y a nivel interno confrontamos procesos de exclusión creciente, y se hace evidente la ausencia de una política de investigación”.

“Es lamentable que en lugar de enfrentar este problema, nos estemos desgastando por un asunto que formalmente se expresa como si se tratara sólo de ‘expulsiones y reinstalaciones incompletas’. Estamos convencidos de que problemas como los que estamos viviendo solamente se resolverán en cuanto el Consejo Universitario actualice el marco legal y se incluyan los intereses de la academia en la orientación de objetivos del CIEP”.

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