La poesía de Vallejo se sostiene en la obra de Marx, Darwin, Freud y la cultura andina

Amelia Domínguez q La poesía de César Vallejo se sostiene en la obra de Carlos Marx, Charles Darwin, Sigmund Freud y en la cultura andina, "es como una mesa que se apoya en cuatro patas", aseguró Pedro Granados, autor del libro Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo, recién salido de la Dirección General de Fomento Editorial de la Universidad Autónoma de Puebla.
 
Vallejo (18921938) fue un comunista que por su militancia fue deportado de París, a España. Le dedicó dos libros de crónicas con propaganda a la ex Unión Soviética. Le tocó vivir parte de la guerra civil española y fue ahí donde escribió su tercer libro: España, aparta de mí este cáliz, que ya pudo ver publicado.
Un tema fundamental en la obra vallejiana es lo femenino, que tomó de la cultura andina. De hecho una de sus utopías es la de volver a que el universo entero sea acariciado por su madre andina y la utopía de lo andrógino, es decir que lo masculino y lo femenino se fundan en uno solo. A este respecto, comentó que para el crítico Alan Smith Soto, Vallejo es el gran hermafrodita universal.
Durante sus 46 años de vida, Vallejo escribió tres libros fundamentales: Los Heraldos negros (1918); Trilce, en 1922 y España, aparta de mí este cáliz, aparecido póstumamente. De los tres, el mejor según su paisano Pedro Granados fue Trilce, escrito con una curiosidad libérrima, adolescente, con gran intensidad y sin capillas ni ideología, que puede considerarse de actualidad en este 2004 y más allá de esta época.
Lo que conecta Los Heraldos Negros, Trilce y los poemas póstumos, es el desarrollo de lo femenino y el culto andino solar, cuestión que Granados rescata en su libro de reciente aparición. Vallejo en Los Heraldos Negros está disociado del erotismo femenino, mientras que en Trilce, en cambio, se produce el encuentro gozoso con la mujer, y finalmente en la última etapa, se encuentra la feminización de Vallejo a través de su poesía.
Granados, poeta y académico peruano, destacó que en Trilce -el cual según Julio Ortega es el libro más difícil de la lengua española, Vallejo no se involucra en lo que escribe, sino observa desde lejos su propio strep tease. Asume un sujeto poético soberano de sus referentes, con un gesto de distanciamiento inteligente que lo emparienta con el argentino Jorge Luis Borges.
Actualmente, Vallejo se ha vuelto una industria, que no da sus réditos a Perú. Es impresionante cómo el interés por este poeta se acrecienta cada día, con una atingencia, que ya no se le estudia solo, sino en su fusión con otros poetas en los autores jóvenes. De 1980 a la fecha, Vallejo está presente en los mejores autores jóvenes, pero fundido, aliado con otros. Como ejemplo de este tipo de autores citó a los mexicanos José Vicente Anaya, Ernesto Lumbreras y José Homero, además de su propia poesía. Consideró que la actual es una época de hibrideces, de confluencia de cosas aparentemente contrapuestas, en la cual César Vallejo y Borges se potencian.