Miércoles 23 de Febrero 2000
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

Primera
Plana
DEL PODER

Fuentes y Molina, por la presidencia del Congreso

Redactor: Jesús Marcelino Galíndez

Cuando el jueves pasado Marco Antonio Rojas Flores pidió licencia para dejar la diputación que ocupaba, la mayoría de los asistentes a la sesión del Congreso se sorprendió con la decisión. Sobre todo los panistas, debido a que el legislador saliente se acercó a un miembro de la bancada albiazul para decirle, palabras más, palabras menos: "Les va a gustar dónde me voy". Aun así, los integrantes del grupo parlamentario de Acción Nacional no se imaginaron que el priista sustituiría al entonces titular de la SCT, Arturo Achard Velázquez, a quien en los últimos días habían denunciado por supuestos actos de corrupción.
Hasta antes de ese jueves, la mayoría de los integrantes de la 54 Legislatura poblana suponía que el destino inmediato de Rojas Flores sería el de ocupar la presidencia de la Gran Comisión del Congreso, en sustitución de Héctor Jiménez y Meneses, quien buscará ser candidato a diputado federal por Atlixco.
Otros más consideraban que Rojas Flores sería postulado como candidato por Tepeaca, mientras que Jiménez y Meneses seguiría al frente de la Gran Comisión y la fracción parlamentaria del PRI.
Después de la sorpresiva licencia de Rojas, en el Congreso se ha desatado una serie de especulaciones y rumores sobre quién ocupará la presidencia de la Gran Comisión en caso de que Héctor Jiménez se vaya de candidato. Según los comentarios, el puntero en esa lucha silenciosa por el liderazgo de la fracción parlamentaria del PRI es Martín Fuentes Morales, quien se ha distinguido por su carácter conciliador y tolerante.

Caballada flaca
De acuerdo con los comentarios vertidos por algunos integrantes de la 54 legislatura, los diputados Eduardo Vázquez Valdés y Julio César Bouchot Garrido quedan descartados debido a que no hay la intención de dejar el liderazgo del Congreso a un bartletista.
Otro legislador que tiene posibilidades, por su cercanía con Jiménez y Meneses así como con el gobernador Melquiades Morales Flores, es el dirigente del Sindicato de Músicos, Gerardo Corte. Sin embargo, algunos priistas consideran que sería desastroso que él se encargara del Congreso, debido a su beligerancia y falta de tolerancia con los grupos de oposición. Ello significaría para la fracción del PRI la imposibilidad de llegar a consensos con los legisladores del PRD, PAN, PT y PVEM.
En cambio, Concepción González Molina, la diputada por Teziutlán, se considera que sería una buena interlecutora con la oposición, pero le falta oficio político para ocuparse de todos los asuntos del Congreso. No obstante, es posible que el desayuno de prensa que hoy debió ofrecer a las 9 de la mañana con alcaldes de su distrito sea para empezar a promocionarla como la sucesora de Héctor Jiménez.
Un buen prospecto para ocupar la conducción del poder legislativo era el diputado por el distrito de Huauchinango, Alberto Amador Leal, quien se destacó como asesor de la Secretaría de Desarrollo Social cuando Carlos Rojas ocupaba la titularidad de esa dependencia. Sin embargo, es de los pocos priistas que al parecer tiene amarrada una candidatura a diputado federal o senador.
De Víctor Gabriel Chedraui muchos aseguran que por nada dejará la Comisión Inspectora de Hacienda -considerada como la comisión de más poder e influencia-, por lo que también es descartado para ocupar el lugar de Jiménez y Meneses. Después de los nombres que he mencionado, el resto de los legisladores priistas carece del perfil para liderear al Congreso. Es decir, la caballada está flaca.